domingo, 26 de noviembre de 2017

AÑORANZAS SAGRADAS (INSPIRADO PARA EL EVENTO AÑORANZA DE ENTRETIEMPO)





AÑORANZAS SAGRADAS

Son las añoranzas de los recuerdos
de esos que aún se mantienen vivos
en las memorias de un presente
de un pasado mientras se escribe un futuro.

Añoranzas de entretiempos
de esos años que ya se han ido
pero que aún perduran como el viento
por los siglos de los siglos.

Tiempos de un amor efímero
que ya no existe
que se perdió lentamente
por las circunstancias de la vida.

Son las añoranzas sagradas
los recuerdos divinos
esos que perduran en nuestras memorias
allí en lo más hondo del subconciente
hasta el final de nuestros días.

Autor Robert Allen Goodrich Valderrama
Panamá
Derechos Reservados
Noviembre 2017 

PANAMÁ YA SEA EN EL PACÍFICO O EN EL ATLÁNTICO POEMA DE JAVIER ALVARADO

PANAMÁ, YA SEA EN EL PACÍFICO O EN EL ATLÁNTICO

Panamá en esta  calle y en este tiempo que nos falta,

Antes de mis días y mis noches

(Y del poema) fluctuando entre los lirios como el agua,

Con sus gruesas murallas y sus edificios

Que le dan color de tacto a los espejos,

A las criaturas del mar que se advienen a mi fondo,

A mi lámpara de niño y a mi mano afiebrada de poeta.

Nunca antes por siglos volví a ver el mismo día

En que abrí los ojos tanteando la tierra

Y el polvo del lugar donde ocurrió mi nacimiento,

Donde me convertía en talingo y en estatua

Con peces de aire entrando por el mármol.

Panamá fue una musa entrando

-vena a vena-

Un arcoíris en la boca,

El tamaño de una brújula en el eros y en la gnosis.

Una ciudad en mi piel, como algo corpóreo

Como la música en una temporada de lluvia

O como un tamborito en una oleada de calor.

Siempre llego a ella aunque por otros caminos vaya

Dejando fuego, dejando amor, coloquios,

Algo de poesía.   Mi talón siempre regresa al milagro

De su musgo, a sus piedras temerarias,

A su selva donde nunca he ido, donde nunca vuelvo,

Donde respiro la verdad del mundo

Ensalinada al borde de sus playas.

¿A dónde dejar el muro, el trapecio

Y las marcas de la reniñez como una mariposa en el sombrero,

El desnudo campo

Por donde persigo duendes y espejismos de luciérnaga,

Imágenes de Dios o de un caballo que atesora

Las caminatas imaginadas por el tucán en la tormenta?

Panamá

En el Pacifico, en el Atlántico,

¿En dónde está?, ¿en dónde estuvo?,

¿En dónde me encuentra el mar con su Canal

Y su memorial dolido?    Panamá la que siempre

Encuentro aunque por otros caminos vaya

Donde silbo a las criaturas que se advienen a mi fondo,

Con mi lámpara de niño y  mi mano afiebrada de poeta.

Javier Alvarado

Fuente: Conexos.org