POR: ROBERT A. GOODRICH V.
Existe una fábula muy famosa llamada Las Lágrimas de Dragón que trata sobre un niño que invita a un dragón a su fiesta de cumpleaños, sin embargo todos le tienen miedo al mismo sin embargo el niño decidió ganarse la amistad y confiar en aquél animal sagrado para la cultura china, la cultura oriental, y aunque está es un fábula de origen japonés me parece que en fondo tiene mucho que ver con titulo que la escritora panameña Consuelo Tomás Fitzgerald le puso a su novela ganadora del Premio Ricardo Miró 2009 en dicha categoría Lágrimas de Dragón la cual publicada por la Editorial Mariano Arosemena y el INAC (Instituto Nacional de Cultura) de Panamá por haber ganado tan importante premio nacional el más importante en el 2009, la misma fue publicada en el 2010 como suele ocurrir con los trabajos ganadores de dichos premios.
Está fábula da a entender que la paz se basa en la confianza entre las personas y muchas veces hay que derramar lágrimas para poder saber quienes son verdaderamente tus amigos y confiar en los demás, algo así ocurre con esta novela por eso lo traje a colación en este análisis y crítica literaria.
La historia básicamente se trata sobre un niño chino de 10 años llamado Fang Lu quién es el único sobreviviente de su familia a la peste más fuerte que ha azotado a la Ciudad Marítima (unos la pueden interpretar como Panamá). El Capitán De Obaldía un hombre frío y calculador quién sufrió de grandes golpes en la vida al perder también a su familia con un fenómeno similar a esté, creció odiando a la comunidad china al creerlos responsables de la muerte de sus padres, ya que la persona con quién se crió le metió está idea en la cabeza, lo que no sabía el Capitán De Obaldía es que la vida trae muchas sorpresas a veces buenas y a veces malas y da muchas vueltas que llegan a marcarnos para siempre como seres humanos, su única hija Susana Elizabeth será parte fundamental y esencial de está historia y además en secreto mantendrá una amistad estrecha con aquel niño chino Fang Lu a quién tanto el Capitán De Obaldía odia porqué es el único que son mirada lo desnuda como ser humano, desnuda esa alma marcada por el odio y el resentimiento, el dolor de perder a su esposa, de no saber amar a su hija y expresar sus sentimientos, el respeto militar ganado y el final oscuro que su vida ha de tener. Finalmente el terrible final sufrido por aquellas personas encerradas y enfermas por la mortal epidemia que atacó a aquel lugar olvidado por el tiempo, llevará al Capitán De Obaldía ser juzgado por un supuesto crimen, un genocidio total y absoluto, pero aquí entra una pregunta en el aire: ¿Es en verdad el Capitán De Obaldía culpable de tan salvaje acto?, precisamente en esta novela humana llena de sentimientos encontrados que te eriza la piel, llena de ternura, amor, amistad, devoción, dolor, sufrimiento, maldad, odio y justicia a la vez, tantos sentimientos encontrados en una obra magistralmente escrita por una clara devota del estilo de escritores como el Premio Nobel de Literatura Portugués José Saramago o del escritor Richard Matherson ambos en su momentos plantearon la posibilidad de que pasaría en una tierra maldita donde solo existen pocos sobrevivientes mientras una epidemia maligna asalta los corazones y las vidas de los ciudadanos comunes que viven dichos lugares, sin embargo siempre hay seres llenos de luz que logran vencer y sobrevivir a la adversidad y precisamente de esto trata más que nada está historia de la amistad, la fortaleza y las ganas de vivir y encontrar la verdadera respuesta a tantas preguntas, el porqué de las cosas y las respuestas a esas preguntas que nadie te sabe responder, ¿porqué?, ¿Quién fue?, ¿Es realmente el culpable?, ¿Que verdad se oculta detrás de las montañas?, son tantas las preguntas que el lector encontrará solo las respuestas al leer está magistral obra, la primera novela de la escritora Consuelo Tomás quién anteriormente había ganado el Premio Ricardo Miró en 1994 en la categoría poesía con el libro La Agonía de la Reina y el Premio Miró en la categoría cuento también en 1994 con la obra Inaguración de la Fe, había obtenido una Mención Honorífica en el mismo premio en el 2006 en la categoría teatro con la obra Evangelio según San Borges, ahora publica su primera novela dividida en dos partes y que tiene como eje central la comunidad china y panameña.
La novela se divide dos partes que son:
-Primera Parte: Los Hombres Perfectos: Aquí comienza la historia de manera triste y lúgubre con el pequeño niño de 10 años Fang Lu quién aprende a crecer muy rápidamente al estar rodeado del dolor y sufrimiento humano, al vivir en un lugar olvidado por el mundo, invadido por la epidemia mortal la historia tiene un toque parecido a un hecho histórico que ocurrió en Panamá cuando la fiebre amarilla mató a muchas personas antes y durante la Construcción del Canal de Panamá, muchos de ellos fueron asiáticos y personas de otros países que al igual que se plantea en la novela llegaron al país en búsqueda de mejores oportunidades y mejores trabajos para su familia, con ganas de luchar y salir adelante, pero se encontraron con el frágüelo de la muerte, perfectamente dibujada de manera ficticia por la escritora Consuelo Tomás en esta primera parte de la novela en donde se cuenta el porque la forma de ser del Capitán De Obaldía, el sufrimiento de Fang Lu al perder a su padre, su hermana, luego la ceguera de su hermana y finalmente el exilio obligado de las mismas al verse encerrada en una cuarentena ocasionada por la mortal epidemia, pero conoce a la monja Sarmiento, a Susana Elizabeth, a Ubaldina una mujer creyente en el espiritismo en el más allá y a Teotisto un niño que cambiará su vida y el cambiará la de el, formando juntos una amistad sincera que traspasará los años y sobrevivirá el tiempo, el dolor y la agonía que juntos vivieron.
-Segunda Parte: Todo el que lleva luz, se queda solo: El destino permite que todos los personajes se vuelvan a encontrar para encontrar la verdad de lo ocurrido 20 años atrás en aquél lugar maldito, llamado la Ciudad Marítima, ahora todos son adultos, el Capitán De Obaldía paga por los asesinatos de miles de personas, pero alguien creé en su inocencia y contrata a un periodista investigador muy conocido y famoso llamado Teotisto Reyna quién hará todo lo posible por saber la verdad, descubrir la misma aunque en su camino revivirá viejas heridas del pasado y resucitará una verdad que no debió resurgir jamás, pero la novela tiene un final inesperado que nos demuestra que todos los que cometen algún delito en la vida pagan con la soledad absoluta y tienen un triste final y aquellos seres llenos de luz que hicieron el bien muchas veces son olvidados, sus hazañas son olvidadas, pero siempre hay alguien en la vida que los recuerda.
La primera parte de la novela es triste, melancólico que a mí en lo personal me trae recuerdos dolorosos pero a la vez está llena de dulzura, de amor y amistad sincera que traspasa el tiempo y que juega con el destino de los seres humanos.
La segunda parte me parece un poco más aburrida al principio, sin embargo a medida que uno va leyendo y pasando las páginas se va encontrando con otra historia, otro objetivo y un final como ya dije inesperado.
Consuelo Tomás Fitzgerald en su primera novela demuestra tener una excelente narrativa, casi poética, donde la ficción y la realidad muchas veces parecen una sola y el lector queda atrapado en la historia en la cual convergen los personajes, es una novela llena de magia y esplendor en donde se encuentran sentimientos encontrados y un gran futuro novelístico en la literatura panameña para ya reconocida escritora Consuelo Tomás, sin duda alguna el país tiene ahora una nueva novelista capaz de llegar y estar en los primeros lugares de popularidad y quizás hoy por hoy convertirse en una de las mejores si se lo propone, una competencia fuerte a la par de otros grandes en esté género literario en Panamá tales como: Rogelio Sinán (Plenilunio), Tristán Solarte (El Ahogado), Rose Marie Tapia (Roberto por el Buen Camino), entre otros muchos más.
Fuente: Lágrimas de Dragón-Consuelo Tomás Fitzgerald, Editorial Mariano Arosemena/INAC, 2010, 153 páginas (Premio Nacional Ricardo Miró 2009 categoría novela), Panamá.
