martes, 1 de noviembre de 2016

POEMA HIJO DE LA PATRIA AMADA- ROBERT ALLEN GOODRICH VALDERRAMA

Un Poema de mi Autoria para celebrar este Mes de la Patria

HIJO DE LA PATRIA AMADA

¡Patria que me estremeces dulcemente,
Patria de mis amores, Patria mía:
yo quiero saludarte en este día
en que la Libertad besó tu frente.
Ricardo Miró, del Poema Patria de mis amores.

Hijo de la Patria Amada
de ese hermoso país bordado por los mares
por el Atlántico y el Pacífico
que une al mundo por medio de un Canal
que es Puente del Mundo y Corazón del Universo
para muchos: Pro Mundi y Beneficio
para otros vivir en tierras extrañas donde la riqueza no llega
como a otros que la riqueza envuelve y embrutece.

En ese país tan maravilloso
con una de las faunas y floras más hermosas
tan lleno de historia
tan lleno de todo
allí nací Yo.

El país donde se siente el progreso
en los grandes edificios
en los bancos y empresas
en los bolsillos de los políticos corruptos
pero no en las casas de los más humildes
que todavía sueñan con esas riquezas
con esa Tacita de Oro
esa Perla del Pacífico
país bordado por los mares
que tanta historia lleva
que tanta historia trae.

Un país mancillado
un país humillado
que resurgió de entre las cenizas
más fuerte que nunca
y así como aquella patria amada renació cual Ave Féxix
así me siento Yo el poeta
el soñador, el ser humano
renacido y más fuerte
cada día y cada tiempo
después de haber visto a la muerte a los ojos.

Gobernantes van y vienen
promesas van y vienen
engaños y robos
falacia y corrupción
nepotismo y poder
ese poder capaz de corromper
hasta al más Santo de los hombres.

El Canal de Panamá
ese que une a los mundos
que une a los mares
que une a un Continente
el sueño de muchos
la sangre derramada por otros
el sudor de la frente de los que trabajan con ahínco
los recuerdos de aquellos mártires que se han ido
que perdieron la batalla de la vida
para lograr la soberanía de un pueblo
la libertad de un país
y el sueño de todos.

Hijo de la Patria Amada
de un gringo y una panameña
con raíces colombianas
con sangre hirviendo por las venas
orgulloso de su herencia
de sus genes y su tiempo.

Luchó por sobresalir
en esta selva de asfalto
en un país lleno de mentiras
lleno de tantas cosas
lleno de historia
lleno de todo.

Soy hijo de mi patria amada
de un país bordado por los mares
de mi querido Panamá
aunque para muchos no sea considerado
Yo sé lo que soy
y orgulloso me siento
de haber nacido aquí
en mi patria amada
en mi bella Panamá.

Autor: Robert Allen Goodrich Valderrama
Panamá
Octubre-Noviembre 2016
Derechos Reservados.

CELEBRANDO EL MES DE LA PATRIA SEGUNDA PUBLICACIÓN: FEDERICO ESCOBAR

A mi patria,
por Federico Escobar

                       Para Guillermo Andreve
                       Alea Jacta Est.
                                                César.

Pretenden rescatarte porque te aman
tres Señores feudales, Patria Mía?
-Jamás … Mentira el interés los guía
y con miras arteras te reclaman.

Que te adoran, ternísimo, exclaman
derrochando a su antojo la Ironía
y faltando a las leyes de hidalguía
viles traidores a tus hijos llaman.

Pero que importa? La inflexible Astrea
diosa de la Justicia, en tu bautismo
republicano, pronunció Alea.

Demostrando al moderno feudalismo
que en la balanza pesa  más la Idea
que la Fuerza brutal del Despotismo.

Publicado en:
El Heraldo del Istmo,
Nº 1 de 3 de enero de 1904.

La criolla panameña,
por Federico Escobar

Lleva el pelo formado en dos nudos
sujetados con lindas peinetas,
y a la vez con enormes tembleques
do relucen blanquísimas perlas.

Coronada de muchos jazmines
el ambiente perfuma doquiera;
y un sombrero muy guapo de paja
se coloca sobre la cabeza.

Vedla: al hombro se cruza buen paño;
es limeño, con flecos de seda;
y una gruesa cadena de oro
con grandes escudos, al cuello le cuelga.

La camisa es de género fino
y formada con dos arandelas
(la camisa no cubre los brazos
ni los hombros de la panameña).

A su talle se ajusta las faldas
de clarín que se llaman pollera,
sujetadas con cuatro botones
que quizá muchos duros le cuesta.

Sus zapatos son finos, por cierto
son babuchas de pana o de seda...
Pero, aparte: no gasta en las ligas
porque el traje no exige las medias.

He aquí, pues, mis queridos lectores
el retrato de la panameña,
que en los días de alegres jolgorios
el Punto, aire alegre, muy bien zapatea.

Publicado en:
Itinerario de la Poesía en Panamá

Federico Escobar
(1861-1912)


Su verdadero nombre es José del Carmen de los Dolores Escobar. Nació en la ciudad de Panamá, el 16 de Julio de 1861, en un hogar humilde, pero lleno de virtudes.  Su madre, Manuela Escobar, muere cuando Federico frisaba los nueve años de edad. Huérfano de padres, pasó a la tutela de su tío José Manuel Escobar quien trató por todos los medios de proporcionarle los conocimientos necesarios para que pudiera defenderse en la vida. Debido a su condición humilde, no pudo asistir a los colegios privados que existían en su época, pero logró hacerse un nombre por su propio esfuerzo. Se dice, que los papeles que con mayor interés y aplicación leía, eran aquellos que tuviesen versos; pues, desde niño se inclinó a la exploración del campo florido de las musas.

Carpintero de profesión, tuvo como maestro a su tío José Manuel Escobar. Durante el día asistía al taller y finalizado su trabajo, se dedicaba a su labor poética. Como carpintero trabajó por muchos años para la empresa del Canal Francés. Como constructor gozó de mucha popularidad y se le encomendó la construcción de varios edificios del Istmo.

Contrajo matrimonio con Doña Balbina Prado, en la ciudad de Panamá el 15 de julio de 1895. La suerte no lo acompañó en su matrimonio, su esposa muere y queda a cargo de sus cinco hijos: América, Colombia, Graciela, Isabel y Federico.

En 1887 le encontramos como miembro del Cuerpo de Bomberos de Panamá; en 1904 como Sargento Mayor de la República y en 1910 como Concejal del distrito de Panamá por el Partido Liberal.

En 1889, obtuvo medalla de oro en el concurso de inteligencia poética organizado por La Sociedad Progreso del Istmo, para conmemorar nuestra independencia de la madre patria España.

A partir de 1890 fue una de las más populares figuras de las letras panameñas. Colaboró en multitud de periódicos y revistas de fin de siglo y principios de la República, como: El Aspirante, El Lápiz, El Diario de Panamá, La Estrella de Panamá, El Cronista, El Mercurio, Nuevos Ritos y El Heraldo del Istmo. Editó dos periódicos de los cuales fue propietario: La Guadaña y La Revista; que fueron suspendidos a los pocos días de haber visto la luz pública, por no ajustarse  a las leyes de prensa de la época.

Escribió casi en todos los géneros. Su prosa es elegante y recia; tiene fábulas como El Ruiseñor y el Burro, El Sastre y el Aprendiz. Cuentos como El Aguinaldo de Navidad y La Cucarachita Blanca Mandinga. Incursionó en el teatro, y por lo menos dos obras suyas fueron representadas en Panamá: La Ley Marcial, en 1885, y La hija Natural, en 1886. También sobresalió como crítico y gran orador.

Su obra poética representa diversos aspectos, pero sobresalen en todas ellas los cantos patrióticos. Prueba de ello es que en los concursos en los cuales participó presentó los poemas 28 de Noviembre y 3 de Noviembre cuyos títulos señalan fechas gloriosas de la patria. Se le conoció, entre la gente del pueblo, con el sobrenombre de “el bardo negro” y en el exterior como “poeta negro de Colombia”.

Rodrigo Miró nos dice de él: “La obra de Escobar, fiel reflejo de su circunstancias, ofrece peculiaridades que la hacen muy estimable. Imbuido del optimismo científico y progresista de sus días, librepensador, ingenuo y espontáneo, es siempre digno.” Y continua: “Una viva emoción panameña le llevó a cantar nuestras glorias locales y a ensayar una poesía de tipo pintoresco y popular apoyada en nuestros usos y costumbres. En ese sentido, es un antecedente de nuestros nativistas de hoy. “

Gran parte de su obra fue reunida por su nieto Antonio Alcides Jiménez Escobar, bajo el título de “Recopilación de algunos trabajos de Federico Escobar para referencia personal”. Obra que utilizamos de referencia y aplaudimos ya que consideramos que es de gran utilidad para el conocimiento y divulgación de la obra literaria del poeta panameño Federico Escobar.

Federico Escobar murió repentinamente de un ataque al corazón, a la edad de cuarenta y nueve años el 2 de agosto de 1912.

FUENTE: Panamá Poesía