(1902-1950)
De padre colombiano y madre oriunda de La Chorrera, nace en Panamá. Es un hombre pobre, que vive en esta capital, salvo algunas ausencias en San Blas y David. Sólo hizo estudios de escuela primaria. Pero en las lecturas y en la vida encontró su verdadera formación. Fue de oficio encuadernador. Se casó joven, y tenía hijos. Con uno de ellos vivía, en una habitación sórdida, cuando le sorprendió la muerte durante la siesta. Al regresar su hijo de la escuela, lo encontró muerto. Vivía cerca de la plaza de Santa Ana, verdadero centro popular de Panamá. El -como antes Demetrio Korsi- fue cantor de la plaza y de sus aledaños de pobres. Sus poemas, según Pedro Rivera, son «radiografías del alma popular».
Se inspira en sus lecturas -Vicente Huidobro, García Lorca, Rafael Alberti, Nicolas Guillén y Julio Flóres-. Se le ha considerado como el verdadero poeta del pueblo que ha tenido Panamá.
Cuartos, por
Demetrio Herrera Sevillano
Zonzos
de calor y noche,
pasan cuartos
Cuartos...
Cuartos...
Cuartos de la gente pobre
con sus chiquillos descalzos.
Cuartos donde no entra el sol,
que el sol es aristocrático.
Mujeres semidesnudas
están lavando en el patio,
y pregonando los fogones
un silencio
cuadrilátero.
Cuartos donde necia da
la tos, funeral silbato.
Cuartos con sus caras mustias,
con su exposición de harapos.
La enferma se asoma y llama...,
la enferma se asoma y llama
al viento, que no hace caso.
Aprieta el zaguán oscuro.
Abofetea el tinaco.
y
zonzos,
de calor y noche,
pasan cuartos.
Cuartos...
Cuartos...
Cuartos de la gente pobre
con sus chiquillos descalzos.
Cuartos donde no entra el sol,
que el sol es aristocrático.
Vida Pobre, por
Demetrio Herrera Sevillano
He vuelto triste a mi tugurio. Triste.
Mi madre, perspicaz, ha comprendido
que nada he conseguido...
nada contra el dolor que nos asiste.
Está el fogón cual lo dejé: dormido.
Pero la pobre en ocultarme insiste
el hambre que su rostro ha deprimido,
y, "mañana, -me alienta- tú persiste".
Dúlcidas expresiones que comprendo!
No quiere -madre al fin- mirar conmigo, ...
conmigo el mal, sobre mi mal creciendo.
Y así marchamos, tras la misma estrella:
hoy ella riendo, y yo, porque consigo;
mañana sin reir, ni yo, ni ella.
del libro: Los Poemas del Pueblo
Fuente: http://panamapoesia.com/pt13.htm