EL PAÍS DEL NUNCA JAMÁS
A
los mártires de la Causa Justa.
La
patria se fue esa noche con su blusa azul
empapada
en sangre.
Madre
y padre, a la vez,
se
fue entremezclada de dolor y orgullo.
Como
hijos de especies distintas,
la
defendieron unos y la negaron otros.
(Del
Poema: Días de hirviente herida,
Manuel
Orestes Nieto).
Un país que ha
muerto entre la sangre, los muertos y el fuego
Sentimientos encontrados y un pueblo que no olvida.
Una noche terrible
llena de desolación y muerte
Fuego por doquier, casas quemándose, gente gritando y el
dolor en los huesos.
Un país que ya no
existe, que ha supuesta resurgido de entre las cenizas
Más muchos no olvidan lo que pocos recuerdan.
Es el país del
nunca jamás, no más muertos, desolación y dolor,
Del cuál muchos fueron testigos, algunos más jóvenes que
otros, pero testigos al fin.
Un país que no
alcanzó la victoria
Y sí lo hizo fue pagando un alto precio por la misma.
Gente gritando,
buscando a sus hijos, nietos y hermanos,
En medio de los escombros dejados por los tanques y los
aviones del ejército invasor.
Es triste
pertenecer a ambos mundos y sentirse atado de pies y manos sin poder hacer
nada.
Solo quedarán los
recuerdos de aquella noche llena de dolor que dejo un luto eterno en los
corazones de las miles y miles de familias que en el viejo barrio del Chorrillo
a sus familias perdieron y que no volverán a ver jamás.
Cuartos, cuartos de
mi gente pobre, gente humilde y de gran corazón
Que lo perdieron en aquella triste noche de diciembre que
cambió su vida para siempre.
En el país del
nunca jamás, ahora todos descansan en paz.
Fotos tomadas de Internet.