Tobías Díaz Blaitry
Un pájaro hecho de papel
una pelota hecha de trapo.
Un golpe en la barbilla
El galope del mar sobre mi pecho.
La arena entre chocolate y negra
sobre mi pecho.
Cabeceo la pelota y caigo
Me sangra la rodilla.
¿De dónde saco estos recuerdos,
estas miserables ausencias?
Despierta, cabeza hueca,
es el día, no la noche.
Si solamente despertaras de estos sueños,
o los dejaras abandonados entre los tamarindos o en la playa,
como el cangrejo deja su caparazón, para siempre.
Con estas memorias deben construirse nuevos mundos,
hay que romper los viejos espejos
El pájaro de papel.
La Amada Perdida, por
Tobías Díaz Blaitry
¡Oh, cuánto quiero ahora tu pálida sonrisa,
tu delgadez de cierva que odiaba inútilmente,
tus gestos y canciones tan llenos de tristeza,
tus locas ansiedades girando hacia la muerte!
¡Oh, cuán lejana estás ahora que te quiero!...
Lejana como estrella que brilla levemente
en el oscuro fondo de las cosas perdidas,
perdidas para siempre...
Del libro: La Luna en la Mano. 1944.
Enigmas, por
Tobías Díaz Blaitry
Yo soy quien vive;
yo soy quien ama;
yo soy quien odia;
yo soy quien muere.
Y todo es cambio
y todo es permanencia.
Sale el verano,
entra el invierno.
Los árboles florecen.
Pero mi amor no florece.
Más tumbas se van abriendo,
nuestros amigos mueren.
Pero la tarde es bella.
Así, día a día
recorremos las salas
del mundo.
Desde esta ventana
vemos pasar las cosas:
sonidos y trébedes y harapos.
Y un loco tropel de mariposas.
En medio de todo, sin embargo,
a veces me detengo.
Y los enigmas pasan.
Del libro: Imágenes del Tiempo. 1968.
Programa, por
Tobías Díaz Blaitry
Cantar al amor y a la vida.
En esta tierra multiplicarse.
Sembrar en el alma un ritmo alegre.
Soñar canciones en los laberintos del sueño.
Vivir como si todo tuviese sentido.
Decapitar esfinges.
Vivir como si todo fuesen flores
y cristales de fuego.
Vivir intensamente
y escuchar el eco
de nuestros pasos nocturnos.
Ocultar el veneno.
Las ojeras esconder.
Lanzar los brazos fuertes contra el agua.
Empujar la vida más allá de si misma
hasta el límite mismo.
Llenar las cámaras de obras e instintos.
Dar la mano al caído,
Abandonado
de Dios en la intemperie
del invierno triste.
Jugar en la ribera
de la madurez sensible.
No desear más que la vida
y soñar a veces que somos eternos.
Del libro: Imágenes del Tiempo. 1968.
Tu Nombre, por
Tobías Díaz Blaitry
Tarde y tarde
repite mi boca tu nombre.
Como una cicatriz aquí lo llevo
en medio del corazón.
Y a veces, sí, te veo pasar,
astro fulgurante sobre la noche oscura.
Y de pronto todo resplandece
y brilla. . . por tu nombre. . .
Del libro: Imágenes del Tiempo. 1968.
Tobías Díaz Blaitry
(1919-2005)
Nació en la ciudad de Panamá el 23 de marzo de 1919. Adquirió títulos de Perito Mercantil en 1935, Maestro de Enseñanza Primaria en 1938, se graduó como Profesor de Enseñanza Secundaria con especialización en Filosofía e Historia en la Universidad de Panamá en 1948; Obtuvo el titulo de Master of Arts en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Chicago en 1950 y en 1963 obtuvo el Doctorado, en Filosofía y Letras, en la Universidad Central de Madrid. Murió el 2 de octubre del 2005.
Fue Secretario General de la Universidad de Panamá. Combinó su gusto por la poesía con la docencia. Fue profesor de diferentes cátedras (filosofía y lógica) en la Universidad de Panamá, en la extensión de Nova University en Panamá y en Florida State University, extensión de Panamá. Su primer trabajo de maestro fue en la primaria de Pocrí de Aguadulce (Coclé) de 1938 a 1940. De 1950 a 1958 fue profesor regular de estudios sociales y filosofía en el Instituto Nacional. Dirigió por varios años la Sección Artes, Letras y Ciencias del diario El Panamá América. Además de los versos también se dedico al cultivo de las orquídeas y los bonsái, así como a la cría de caballos.
Fue también Presidente de la Unión de Estudiantes Universitarios (1946-1947), Representante estudiantil ante la Junta Administrativa (1946-1947), Secretario General de la Asociación de Profesores de la República (1957-1958) y Agregado Cultural de la Embajada de Panamá en España. Académico de número de la Academia Panameña de la Lengua y su Secretario Perpetuo además de Académico Correspondiente de la Real Academia Española.
Díaz Blaitry publicó su primera obra La luna en la mano en 1944, con la que obtuvo el primer lugar del certamen Ricardo Miró en la categoría poesía en 1943; premio que logro conquistar en otras tres ocasiones; en 1947 con Poemas del camino, en 1980 con Pájaros de papel y en 1997 con Sueños ante un espejo. En 1998 obtuvo el Premio Universidad de Literatura y Arte que concede la Universidad de Panamá y el 5 de diciembre del 2001, el Instituto Nacional de Cultura (INAC) le otorgó el Premio Nacional de Poesía Ricardo J. Bermúdez, en reconocimiento a la larga trayectoria de Díaz Blaitry en el campo de los versos nacionales.
Fuente: Panamá Poesía