LA PRINCESA Y EL MENDIGO
Esta es la
historia de una hermosa princesa que vivía en tierras muy lejanas y era
muy deseada por miles de hombre alrededor del mundo que deseban besar
sus labios y ser los dueños del perfume y aroma de su cuerpo, un cuerpo
perfecto y envidiado por muchas mujeres que no daban crédito a lo que sus ojos
observaban.
Su gracia y sus encantos cautivaban a todos
los hombres de diversos reinos, pueblos y países, los hombres más atractivos y
ricos trataban de enamorarla y soñaban con tocar su piel tersa que era para
muchos como un metal precioso u oro en polvo.
La hermosa y deseada princesa conservaba intacta su
virginidad aguardando al hombre de sus sueños a quién prometía entregar su
cuerpo y las mieles de su sexo, pero a pesar de todo nadie lograba seducirla
y ser el dueño de corazón y de su cuerpo.
Un buen día la hermosa princesa salió a dar un
paseo en su caballo blanco por los campos del palacio y fue tanto
su andar que termino en el pueblo, y decidió caminar por las calles del mismo y
justo allí en una esquina olvidado por el tiempo se encontraba sentado un
mendigo, pero no cualquier mendigo un hombre joven y apuesto, bastó sólo una
mirada que los ojos de ambos se encontraran para que el hechizo de amor
los envolviera y Cupido hiciera su trabajo.
Esa misma noche juntos se fueron a la alcoba de la
princesa y allí saciaron su sed, el delirio total del sexo, el éxtasis absoluto
de la pasión el se convirtió en el dueño de su cuerpo y bebió de las mieles de
su sexo y los gritos se sintieron en todos los rincones del palacio.
Esa noche el mendigo, el pobre infeliz pero guapo se comió
el manjar de los Dioses y se adueño del cuerpo más perfecto y hermoso que sus
ojos hubieran visto, pues a lado suyo desnuda tenía envuelta en sábanas blancas
a la mujer más deseada del mundo.
Un ángel dormía desnuda después de un atormentada noche de
pasión y delirio donde se besaron hasta el último rincón de sus cuerpos, el
hombre más afortunado del mundo sin duda alguna que tenía a su lado a la mujer
más deseada del mundo y que pasó a ser entre sus brazos niña a mujer en
tan solo un momento.
Al día siguiente la noticia corrió como pólvora por todo
el palacio, la hermosa princesa se asomó a su balcón junto
a su amado y nadie daba crédito a lo que veían y escuchan, la princesa estaba
feliz había encontrado al hombre de sus sueños y el dueño de su mayor tesoro.
Pronto una boda se llevaría a cabo, una gran ceremonia como
en los viejos tiempos se daría en el palacio y personas del mundo entero
llegarían al mayor acontecimiento jamás nunca antes pensado y este cuento que
parece un cuento de hadas lleva consigo un final feliz y para que os cuento lo
feliz que fueron dentro y fuera de las sábanas de un sueño envuelta en
las flores del sexo con Cupido y el cielo como testigos mudos de la
pasión y el amor de la princesa y el mendigo.
POR:
ROBERT A. GOODRICH V.
PANAMÁ
Gracias a Marisa Aragón Willner Creadora y Administradora de Parnassus Patria de Artistas en Argentina por este nuevo reconocimiento.