Aunque no gané, para mí fue un honor participar en el Concurso Nosotros Tres organizado por La Red de Escritores de Coquimbo quienes por mí relato: "Recuerdos" y participación en dicho Concurso me entregaron un bello reconocimiento de participación lo cual agradezco de corazón, a continuación les dejo el relato y el reconocimiento recibido.
RECUERDOS
Dedicado a todos los adultos mayores.
En aquellos tiempos, nos decía, él nuestro abuelo que la vida era
diferente, todos libremente caminábamos por los campos y éramos felices, aunque
verdaderamente, yo viví en la ciudad casi toda mi vida, para mí, el interior de
mí país era lo máximo.
Allí reunidos estábamos todos escuchando las historias de mi abuelo y de
sus tiempos de gloria vividos, recuerdos del pasado, fotogramas del olvido de
años que ya no vuelven y de tiempos que quedaron en las sombras.
El hombre ya está muy anciano, son muchos los años que tiene encima, pero
también muchos bellos recuerdos de cuando era un niño.
Recuerdo nos decía, cuando una tarde caminaba junto a mi abuelita por las
calles de mi ciudad, ella me tomaba de la mano siempre, pero en un momento de
descuido al pasar un carrito de esos que venden empanadas (ustedes no lo
conocieron) el calor que ellos emanaban en el vidrio transparente del mismo,
era muy poderoso, tanto así que en un descuido, mi mano fue a dar con el mismo
y mi abuela no sabía que hacer, tenía una pequeña quemadura en la mano y
salimos corriendo desesperados buscando un hospital o un médico; finalmente
recuerdo que me pusieron una cremita para que el dolor pasará, la desesperación
de mí abuelita era tanta, pobrecita. Y esa no es la única historia que les
tengo que contar.
Recuerdo también cuando un perro bravo y negro a mí primo atacó, el
siempre se había quejado del mismo con los vecinos, pero nadie caso le hacía y
un buen día el perro se soltó y salió de la casa con mirada llena de odio y
aunque mi primo corrió y corrió, el perro le dio alcance y lo mordió.
Desde ese día el lleva en su cuerpo la marca de aquel incidente; nunca
supimos que hicieron con el perro, sólo sé que mi primo esa experiencia jamás
olvido.
Cuanto quería a mí abuelita cuando era niño, cuanto. Para mí era como una
segunda madre, siempre estaba allí cuando más la necesitaba, siempre.
Ya siendo un hombre, llegó el día fatal, ¿cuántos años tendría?, 17 o 18
años creo yo; una noche terrible que ella en mis brazos murió, por eso mis
queridos nietecitos les cuento estás historias para que aprendan a valorar lo
que tienen y que vean que tan hermosos son los recuerdos y también dolorosos;
los quiero mucho.
Y todos lo abrazamos fuertemente a nuestro querido abuelito y nuestros
padres también, hasta Nino, nuestro perro; se abalanzó sobre nosotros con
cariño y amor, ese amor que sólo tienen los mejores amigos de los hombres.
Ya el abuelo no está con nosotros, sólo quedan los recuerdos vividos y
las fotografías del pasado, adiós abuelita, adiós abuelito, adiós a todos