A Victoriano Lorenzo
Atado por enemigos
traicionado vilmente
trataron de destruir su honra
de matar lo que quedaba de su historia
pero no pudieron lograr su meta.
El guerrillero valiente
esperaba su sentencia de muerte
a pesar de que ya la orden había llegado
el perdón no se dio
sus enemigos querían acabar con el fantasma
con el hombre, el valiente
para siempre y por siempre.
Víctima de la injusticia
cometida en su contra
el hombre espero con valentía
en el banquillo de los acusados
su condena de muerte.
El indígena murió acribillado
por los soldados incredulos todavía
de que frente a ellos no estaba solo un hombre
su historia, su vida era más que eso
un fantasma que atormentaría a aquellos traicioneros
que creyeron que con las balas mataban un sueño.
El plomo romperá su pecho heroico
¿y para qué?
para defender los ideales injustos
en contra de la libertad y la justicia
en contra la paz y la armonía
en tiempos de paz era sacrificado
traicionado vilmente el guerrillero valiente.
Se dice que el sacerdote se acercó al moribundo
que murió dos veces
y este siempre clamo su inocencia pero sabía
que tenía que ser injustamente sacrificado
por su pueblo, por su patria.
El pueblo fue testigo
de aquella maldita ejecución
de aquella injusticia
y nada hicieron por evitarla
se quedaron allí con observadores
que entregaban al valiente
así que alguna vez lo hicieron
con Jesucristo nuestro señor
así fue traicionado
el guerrillero valiente
el cholo
el gran Victoriano.
Autor: Robert Allen Goodrich Valderrama
Panamá
Derechos Reservados
Mayo 2016.
