domingo, 6 de noviembre de 2016

GIOVANNA BENEDETTI GRAN POETISA Y ESCRITORA PANAMEÑA

génesis de abya yala


El nombre de América, aplicado a nuestro

continente es reciente… En el idioma de la nación Dule,

se le conoce y se le seguirá conociendo por su

verdadero nombre: Abya Yala.

Arysteides Turpana


Madre

y padre piedra:

continente.

Hermano del silencio,

hijo del río.

Compañero de sombra,

escucha:

en el principio era el mar

lento como el abismo.

Entonces

fue la noche

y vino el verbo

y hablaron en sus sueños

las palabras:

¡Sea esta tierra dulce

 como la piel de caña!
Y fue Abya Yala

la de la vulva de agua
y volcanes como pechos

(primer día).



Creció Abya Yala

inmensa desde su árbol florido.
El sol volcó su espuma

y engendró entre sus playas
muchedumbres de orquídeas.

Y fue su concha viva

viva fuente
ombligo primigenio
y hubo luna menguante

(día segundo).



Y dijo el Huracán:
¡Reviente

el firmamento

y haya tormenta
y caiga el aguacero

y hierva el continente
de lagartos, de iguanas

y de grillos;
y sean sus bestias

tantas como estrellas!



Y así fue.
Cayó la lluvia a flechas

sobre las sementeras
y zumbaron en las miasmas

las libélulas, las ranas,

los zancudos.
Y hubo en los cardinales

trópicos y nieves

y desiertos y pampas y arco iris

(día tercero).



¡Hágase el jaguar  —dijo la luz—
y se hicieron las selvas.

¡Sea el relámpago

la lengua de los valles!
y surgió la anaconda como un río.

¡Vuele hacia el amanecer

el cóndor

y sean sus alas nubes!
Y alzáronse los Andes hasta el cielo.

¡Vénganos un dios!

—gritó la sangre—

y fue el pájaro quetzal, libre y altivo.

Y hubo en los altiplanos

pedernal de fuego nuevo
y serpientes emplumadas

(cuarto día).



El Corazón de la Montaña

habló sobre las serranías:

¡Que sea el maíz

el polvo de mi carne;
que broten de su espiga

los murmullos
y de sus granos

el hueso y la simiente!

Y conmoviéronse

los péndulos

en sus callosidades

y salieron los pellejos

de las grietas

y hubo en sus alfabetos

sangre coagulada
y fueron sus cenizas

macho y hembra.

(quinto día).


Ciñéronse sus lomos

los hijos del follaje.
Milenios de cal y canto

guardaron sus madreperlas
y del hueco de las sombras

hicieron sus paisajes.

¡No prevalecerá

otro nombre en mi conciencia

ni quedará en tus huellas

piedra sobre piedra!

Dijeron,

en sus ruinas, las tinieblas.


Y fue Abya Yala

territorio enigma.
Término de Oriente

y de Occidente.
Y quedaron sus arcanos

sellados para siempre

(sexto día).

 Giovanna Benedetti (Panamá, 1949). Estudió Derecho y Ciencias Políticas, especializándose en Derecho de la Cultura y Derecho de Autor en las Universidades de Panamá, Autónoma de Barcelona y Complutense de Madrid. Ha ganado el Premio Nacional de Literatura “Ricardo Miró” en 1981, 1984, 1992 y 2005 en las categorías de ensayo, cuento y poesía. En 1991 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo “José Martí”, en Cuba. Su obra ha sido traducida al inglés, alemán, francés y húngaro. Es además escultora, ceramista y diseñadora digital gráfica. Ha publicado la colección de cuentos “La lluvia sobre el fuego” (1982); los ensayos “El sótano dos de la Cultura” (1985), “Camino de los Andantes: Bolívar y Don Quijote” (1997) y “Lorca: el pentagrama poético de su infinito” (1998); y los poemarios “Entonces, ahora y luego” (1992) y “Entrada abierta a la mansión cerrada” (2006). Recientemente este año 2016 gana el Premio Ricardo Miró en la categoría de cuento.

Fuente: Circulo de Poesía