Panamá Defendida - Canto I, por
José Franco
Entonces fue la Patria
los caminos del indio.
Los playones,
las montuosas
serranías atlánticas,
las salinas del mangle
y los estuarios.
Fue la Patria la tribu,
los juncales,
el fastidio del humo
en los bohíos,
la sierra agreste,
anónima.
Pesarosos, hostiles,
los senderos del hombre
fueron ríos,
cordilleras de rocas
y jaguares.
Del turbulento Atrato
al chiricano suelo pastoril,
la Patria ha sido siempre
los andantes caminos,
los galopes
del aire inmemorial,
territorio
de tránsito perpetuo.
La selva, las raíces,
la hierba adusta,
huraña,
las pesarosas tumbas
aborígenes,
seguían los pantanos,
las chozas familiares,
las aldeanas inscripciones
cerca de los riachuelos
solitarios,
donde nacen remansos
y marismas,
y el cardumen remonta
los bajíos.
Simples, rústicos
troncos ágiles,
fueron los indios flechas,
rupestres signos, manos
ornamentales; ollas
profundas de almidón
alfarero.
Modelaron el barro,
las hamacas
del viento forestal,
las estatuarias
costas del Pacífico;
sonoras, armoniosas,
asientos del crepúsculo
y la espiga.
Porque antaño el maíz,
esmalte y fuego,
panal de arcilla roja,
fue certeza
en la "chákjaras",
atavío textil,
sueño multicolor
del cántaro y la sangre.
¡Oh cenizas del indio en mi memoria¡
Hallo en tu cesta rota
la liturgia
del vaso funeral:
que el hombre es sólo barro,
mortal ánfora,
polvo común del tiempo
y el olvido.
Quizás en la amargura
de la piedra
tu muerte se prolongue,
dulce ocarina lánguida,
sementera filial,
danza de los abuelos
enterrados.
Me remonto a la noche
de tu primo elemento:
eras la red, la trampa
en el arpón, la pesca
humilde en los esteros.
Tus palabras
indagaron la tierra,
las azules
leyendas de los Dioses,
las videncias
del primer jeroglífico
en la luna.
Padre nuestro del Istmo,
candil triste.
Lirio de los volcanes
y el relámpago.
En tu nombre mi Patria
se hace origen,
texto de la palabra funeral,
remota imagen
del llanto memorable.
Del libro Panamá Defendida
Victoriano Lorenzo, por
José Franco
Victoriano, muy asidas
a la Patria están tus huellas.
Te velaron las estrellas
de las llanuras perdidas.
Te curaron las heridas
los bálsamos de una fuente;
Arroyuelos transparente
murmura tu eterna queja;
tu imagen nunca se aleja
del corazón de la gente.
Vive el cholo Victoriano
sembrando en la serranía.
Poderosa alegoría
para el futuro cercano.
Su celda desde el arcano
anuncia la tibia sombra
dura palabra que asombra
la claridad de mañana,
de Panamá soberana
que sobre el pecho se nombra.
El arroyo en las laderas
simbolizó sus pisadas,
despertó sus madrugadas
el frío de las cordilleras.
En las perdidas veredas
sintió el dolor campesino,
relámpago vespertino
iluminando el paisaje,
hizo cíclope el coraje
que acompañó su destino.
Odio de sangre palpita
en el fondo de la historia,
desventurada memoria
que al dolor se precipita.
De la noche resucita
la povarosa contienda,
el aullido de la ofrenda
a la muerte traicionada,
que dejó despedazada
la dolorosa leyenda.
En él dejo sustentado
mi orgullo de panameño.
Visionario del ensueño
de un pueblo sacrificado.
Y dejará proclamado
su pensamiento lejano,
en mi orgullo de serrano
altivo y de haber nacido,
entre el pueblo adolorido
que recuerda a Victoriano.
José Franco
(1936)
José Franco nació en Calobre, Veraguas, el 24 de marzo de 1936. Estudio en la Escuela Normal J. D. Arosemena de Santiago y en la Universidad de Panamá, Licenciatura y Profesorado en Letras. También realizó estudios en La Universidad Central de Quito.
Periodista y diplomático, fue embajador de Panamá en Paraguay, Uruguay y Argentina. Ha sido Director del Instituto Nacional de Cultura; Asesor editorialista y columnista de Editora Renovación, S.A.; Director del Diario La República; Director de Información con rango de Embajador, del Ministerio de Relaciones Exteriores; Miembro principal de la comisión redactora del Proyecto de la Constitución Política de Panamá en 1972.
Ha merecido numerosas distinciones extranjeras como diplomático, periodista y hombre de letras. Ha ganado premios en el Concurso Literario Ricardo Miró, como poeta y autor teatral. Obtuvo el Premio Nacional de Folklore, en la sección décima, en 1966, 1967 y 1968. Mereció el Premio Nacional de Periodismo en 1967, en la sección Columna; en 1964, en la sección Reportaje; en 1966, en la sección Editorial; en 1984, en la sección Editorial; y en 1985, en la sección Columna, entre otras distinciones nacionales.
Goza de una extraordinaria popularidad como poeta. Su poema fundamental es "Panamá Defendida", escrito en 1954 y traducido, al igual que buena parte de su obra, a diversos idiomas.
Pertenece al cuerpo de Directores de la International Writers and Artists Association, con sede en U.S.A. En 1998 fué postulado al premio Príncipe de Asturias, en Oviedo España. Es Dr. Honoris Causa de Columbus University.
Recientemente es recordado por todos el bochornoso incidente cometido por el Ministerio de Educación (MEDUCA) y el INAC (Instituto Nacional de Cultura de Panamá) cuando le entregarón la Orden Rogelio Sinán con cheques sin fondo, un pergamino sin firma y una medalla prestada para el bien de todos este hecho fue corregido pero duramente criticado por los intelectuales, sociedad, medios de comunicación y escritores dado que fue con uno de los grandes Poetas y escritores que tiene este país.
Fuente: Panamá Poesía