ORDEN EJECUTIVA
Entonces, el presidente,
después de oír los pormenores
de boca de sus máximos comandantes,
tomó mentalmente la trascendental decisión
de autorizar el día exacto
para el inicio de las operaciones militares,
y dijo en alta voz: "OK, hagánlo".
Y ni cortos ni perezosos,
salieron con premura
a empaquetar los regalos de navidad
y los fuegos artificiales
que debían llegar justo a tiempo
para ser repartidos antes de la nochebuena
al pueblo de Panamá.
Manuel Orestes Nieto, Sangre Vidriada (1991), Panamá.