domingo, 16 de julio de 2017

MAGDALENA CAMARGO LEMIESZEK (UNA POETA QUE NO CONOCE FRONTERAS)


MAGDALENA CAMARGO LEMIESZEK (UNA POETA QUE NO CONOCE FRONTERAS)

POR: ROBERT A. GOODRICH V.*

Con una década en el oficio (parece mentira) desde Polonia llegó un día una hermosa y destacada poetisa su nombre Magdalena Camargo Lemieszek que con esa mezcla de Polonia y Panamá se ha convertido en una de grandes exponentes del género de la Poesía.

Junto a Javier Alvarado y Jhavier Romero tendrán una exhibición de poesía durante la Feria Internacional del Libro de Panamá a realizarse en Agosto allá todos podremos disfrutar de los poemas y voces de tres extraordinarios exponetes de la poesía en Panamá que ya han escrito con letras doradas sus nombres en el ámbito literario.

 ¿Quién es Magdalena?

Nació el 1 de julio de 1987 en Szczecin, Polonia. Obtuvo el Diplomado en Creación Literaria de la Universidad Tecnológica de Panamá en el 2007. Ha dictado talleres literarios infantiles y ha dirigido talleres literarios y publicaciones en la editorial artesanal Diablo Rojo Cartonera. Además, ha editado diversas revistas en Panamá. Actualmente, realiza estudios de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Panamá.

Sus cuentos, “El pájaro y la cometa” y “Todos los cuentos anidan en tu vientre”, ganaron la primera Mención de Honor y la tercera Mención de Honor en el concurso Premio Universidad Tecnológica de Panamá a la Promesa Literaria 2007. Ganó el Premio Nacional de Poesía Joven Gustavo Batista Cedeño en el 2008 con su poemario Malos hábitos y, en el 2012, con el poemario El espejo sin imagen. En el año 2015, su  libro La doncella sin manos recibió un accésit en el Premio Adonáis de poesía, organizado por Ediciones Rialp S.A.
En el 2009, el Instituto Nacional de Cultura, por medio de la Editorial Mariano Arosemena, publicó su poemario Malos hábitos. En el 2011, se publicó, de manera independiente, una edición limitada de Malos hábitos y otros textos, una selección de poemas y prosa poética de este poemario y otros escritos inéditos.

Magdalena Camargo Lemieszek ha sido publicada y traducida al catalán en la Antología Panamericana (Poetas nacidas después de 1976) de la revista virtual sèrieAlfa. También ha sido traducida al polaco, al ruso y al inglés. Sus poemas han sido publicados en la revista virtual La Estafeta del Viento, de Casa de América, y en la antología virtual Hijas de diablo hijas de santo: poetas hispanas actuales, elaborada por Daniela Camacho para la revista La Raíz Invertida. Forma parte del libro colectivo Contar no es un juego (2007) y de Antología80 (2010), de Diablo Rojo Cartonera; Me vibra, Brevísima Antología Arbitraria Chile-Panamá (2011) y 4M3R1C4 2.0: Novísima poesía latinoamericana (2012), entre otras antologías.

Magdalena ha participado en múltiples festivales literarios y encuentros, tales como el VI Festival Internacional de Poesía en Quetzaltenango, Guatemala (2010); I Festival Internacional de Poesía Ars Amandi en ciudad de Panamá, Panamá (2010); VII Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua (2011); Festival Internacional de Poesía de Granada, España (2011); Festival San Francisco de la Montaña, en la provincia de Veraguas, Panamá (2011), Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia (2015), y en el II Encuentro Interoceánico de Escritoras (2010),realizado en diversas ciudades de Panamá.

No solamente se destaca en la poesía también sabe regalarnos valiosas opiniones, cuentos y demás para muestra el siguiente texto:

Si no ardemos, ¿Cómo vamos a iluminar la noche?

*El contenido de esta publicación es efímero y variable, del mismo modo en el que la naturaleza se rige por las estaciones y el capricho. Dichos cambios y actualizaciones se realizarán, como corresponde al método del asombro, sin previo aviso.

Lo siguiente es una postura personal, que no pretende en lo absoluto ser un texto literario. Carece por ello de todo rigor técnico y obedece más a los límites que establecen los apuntes de diario, es decir a la plena y subjetiva intimidad.

ENSEÑAR POESÍA

Como egresada de un Diplomado de Creación Literaria este es un tema que toca una fibra sensible para mí. La experiencia en el Diplomado fue sumamente enriquecedora, sobre todo en un momento en el que yo dudaba si realmente valía la pena escribir y si aquello que yo sentía que era un destino no era más que una confusa ilusión. En aquella época, yo ni siquiera me atrevía a llamarme poeta, pero con el tiempo he asumido esa responsabilidad. A lo largo de mi camino he forjado mi propio criterio en cuanto a esta materia, que considero indispensable desglosar en varias preguntas y emplear una analogía que permita entender de forma más concreta mi filosofía enteramente personal.

¿ES POSIBLE ENSEÑAR POESÍA?

Sí. Es posible enseñar en qué consiste la poesía, cuáles son sus aspectos teóricos, sus herramientas literarias, su historia, dar ejemplos prácticos y concretos y referentes indispensables de lo considerado como auténtica poesía.

¿ES POSIBLE ENSEÑAR A ESCRIBIR POESÍA?

No realmente. Primero que nada hay que entender la poesía como un oficio: pensemos en un carpintero, ¿Qué clase de carpintero es aquel que no es capaz de construir una mesa funcional? Ahora, una pregunta más: ¿Qué carpintero es capaz de labrar más allá de los modelos en serie y crear una mesa única y terriblemente bella? Para escribir poesía es necesario partir desde el primer punto teórico  – aunque este proceso de aprendizaje puede llevarse a cabo en soledad -, pero el factor indispensable es el talento, la vocación y el compromiso innato con la poesía.

¿Qué significa esto? Que, siendo realistas, yo no puedo cantar o ir a estudiar en un conservatorio si carezco de todo oído musical. No puedo aspirar a ser barítono si carezco de las cualidades para serlo. Charly García es un músico genial, pero nació con un don: posee oído absoluto. Srinivāsa Aiyangār Rāmānujan nació con un don nato para las matemáticas, fue autodidacta, pero era tan sobresaliente que su trabajo lo llevo a viajar desde la India para desarrollar sus teorías en la universidad de Princeton. Pierre-Auguste Renoir comenzó pintando persianas, vitrales y platos, pero su talento era tal que lo condujo a dedicarse a la pintura plenamente. Exactamente lo mismo aplica a la poesía.

¿SON ÚTILES LOS TALLERES DE CREATIVIDAD LITERARIA Y POESÍA?

Sí, lo son. El valor de los talleres de creatividad literaria y de poesía radica en un aspecto primordial: el entendimiento y la internalización de la sensibilidad humana. ¿Qué quiere decir esto? Que si una clase es impartida apropiadamente, aunque no todos los participantes terminen siendo capaces de escribir verdadera poesía, dichos participantes podrían terminar forjando un juicio lo suficientemente riguroso como para convertirse en lectores de auténtica poesía. El resultado: un campo fértil para el florecimiento de la verdadera literatura.

Pensemos en un grupo de diez niños inscritos en clases de guitarra. Probablemente uno no terminará el curso porque se dará cuenta que carece de las habilidades necesarias – este fue de hecho mi caso – . Lo más probable es que los otros nueve aprendan a tocar de forma aceptable, repitiendo partituras y melodías que les han enseñado. Quizás ninguno de los diez sea realmente sobresaliente. Pero, quizás, uno sí lo sea. Aquel único posee talento y más allá de repetir partituras, tiene la osadía de crear. Aunque, siendo optimistas, la mayoría terminará desarrollando un gusto avanzado por la música.

¿ESTÁ LA POESÍA PROHIBIDA PARA LOS NO VIRTUOSOS?

No, no lo está. La gente canta en karaokes para divertirse, pinta o dibuja mándalas para relajarse, escribe en diarios o blogs para desahogar lo que siente. Del mismo modo es válido escribir poemas como un medio de catarsis para nuestras emociones. Pero hay que tener las cosas claras. Los poetas van más allá del desahogo. La auténtica poesía está dotada de una serie de complejidades, una aplicación superlativa de la técnica y un conocimiento cabal del oficio que históricamente ha ejercido el poeta en el devenir de la humanidad.

Nadie tiene prohibido escribir poemas. Pero hay una diferencia abismal entre un poema escrito en un diario adolescente o en un cuaderno de apuntes y un poema de Szymborska o Sexton o Dickinson o Plath o Ajmátova o Heaney o Withman o Ginsberg o Ashbery o Donne o Frost. Y esto hay que entenderlo no como un muro, sino como un puente. Cruzar este puente, luego del conocimiento adquirido por medio de talleres, clases y educación, y llegar al otro lado siendo capaces de entender plenamente la grandeza y la genialidad que encontramos es un privilegio.

Dentro de mi muy personal punto de vista, los talleres literarios no tienen el objetivo de convertirte en escritor, sino el de pulir la sensibilidad humana y hacernos capaces de apreciar la genialidad donde la genialidad yace.

Para terminar, me gustaría compartir un poema de Charles Bukowski que considero resume lo que he tratado de manifestar con estas líneas.

¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR?

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.

Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
o clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.

Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.

Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
o a tu novia o a tu novio
o a tus padres o a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
o hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo.(1)

Su juventud y experiencia de vida nos muestra una mujer decidida que sabe de lo que habla y escribe que es una poetisa que llegó para quedarse y con el tiempo ha sabido ganarse una virtuosa reputación literaria y los corazones de sus lectores pero ahora veamos un poco de sus poemas.

LA DONCELLA SIN MANOS
MAGDALENA CAMARGO LEMIESZEK
Padre, aquí están mis manos.
Yacen sobre la hierba, inertes,
como si no hubiesen conocido movimiento.
Como si nunca hubiesen estado unidas a mi cuerpo,
nacido conmigo, sostenido una piedra
y aplastado, con esa misma piedra, los caracoles del jardín,
o dibujado figuras en la nieve
cuando mi boca no había conocido todavía las palabras.
Ya no las reconozco.
Podría decir, incluso, que nunca fueron mías.
Ahora se hace tarde. El sol se oculta
del lado opuesto al acostumbrado,
no busca la montaña.
Se dirige lentamente al bosque,
dejándose caer sobre las ramas,
y la tierra tiembla
porque las raíces se agitan con violencia,
presintiendo la música del incendio,
la imagen del bosque encendido como una hoguera que brilla para nadie,
y el fuego danzando como el oficiante de un rito
cuya cadencia alguna vez conocimos,
pero ya hemos olvidado.
Y sin que una sola hoja arda
el sol se hunde hasta posarse en la tierra,
como si el fuego hubiese perdido toda consistencia,
y como una fruta que dividimos con las manos
el sol se abre
y la luz es un licor viscoso
y desde la semilla surge la silueta de un hombre
sin rostro y sin sombra.
Solo un contorno oscuro que deambula para recobrar lo que ha perdido.
Y sé, así como la criatura que intuye el aliento de la fiera oculto tras la fronda,
que soy la presa y el tesoro.
Y vendrá aquella silueta y se detendrá frente a mí
y me tenderá su mano para llevarme consigo.
Y yo devolveré el gesto, olvidando por completo el peso del acero,
las amapolas que brillan a mi lado,
y que me pertenecen esas manos que yacen,
inertes,
en la hierba.

LA PLAZA
MAGDALENA CAMARGO LEMIESZEK
Quién esparcirá cal en las paredes de esta casa.
Quién, con sus propios dedos, con sus propias manos,
tallará el albor sobre la piedra.
Quién será capaz de pronunciar una palabra
y crear de su sonido la blancura.
Quién construirá para mí el azar de sus ventanas,
la ruptura del orden y las líneas,
el cristal pálido y sucio ocultando las espinas de los cactus.
Quién señalará para mí la barda plateada,
la gente apretada contra el límite,
casi los unos encima de los otros
y tras el cerco, oculto,
pero magnificado en su certeza,
un toro cuyo pelambre ha de ser como la tierra
tocada por primera vez con la llama del incendio,
y sus músculos, delineados con rigor desde la noche,
y su sudor, ¿Quién ha visto acaso la lluvia
resbalando por el tronco de los árboles?
y sus cuernos turbios, como un hueso triste
que se alarga y se adelgaza hasta fundirse con el aire,
es la punta de una flecha,
o un llamado fraguado desde el bronce.
No puedo verle entre la gente.
No puedo oír sus pezuñas contra el polvo,
pero para qué serviría una barda tan hermosa
si no es para contener la sangre
y la belleza.

EL LLAMADO
MAGDALENA CAMARGO LEMIESZEK
He soñado con esa ciudad que solo aparece si se nombra
cuando hay sobre las lenguas cierta fiebre.
Veo flamear a lo lejos sus largos estandartes
y las veletas de las torres que incesantemente giran
porque sus habitantes arrebataron de sus cimientos los límites del mundo.
Tras sus murallas los niños beben una leche amarga que brota de los árboles
y los halcones abren sus alas para dar sombra en los jardines.
Las mujeres hacen largos viajes y perforan cientos de agujeros en el hielo
mientras la brisa parece dar nueva vida
al cardumen de arenques que llevan bordado en la delicada fibra del vestido.
Solo entonces dejan caer sus anzuelos en el alba.
En sus casas hay un amuleto que ahora también
cuelga de mi puerta,
para que nunca olvidemos que todos los hombres
llevan los ríos de la guerra
inundando el fondo de sus cuerpos.

LA CARAVANA
MAGDALENA CAMARGO LEMIESZEK
La arena es blanca y tan delgada que apenas nos sostiene,
las dunas silban a medida que el horizonte se deshace
y a lo lejos alcanzamos a ver un negro collar que serpentea
encima de lo incierto,
es aquella caravana de la que hablan las canciones.
Una cordillera de hombres,
un mar de montañas que se mueve.
No es posible atravesarla.
Muchos perdieron su vida tratando de llegar a sus extremos.
Llevan cuernos del tamaño de una isla,
el olor de los tambores que han sido tensados hace poco
y cestos repletos de esos frutos
que fueron cubiertos por un raro rocío incapaz de evaporarse,
y en cuyos bocados late una dicha falsa
por la que hay algunos capaces de ofrecer toda su fortuna.
Si seguimos hacia el Este podremos ver a las ballenas
asomar el azul cobalto de sus lomos
y dejar brotes de un liquen venenoso en las orillas.
Vendrán los bosques que se levantaron más allá de los pantanos
y volveremos a recoger setas todas las mañanas,
y las crías del bisonte pastarán a nuestro lado
y desde entonces no veremos en la niebla otra cosa
que la repetición de sus alientos en el frío.(2)

Sus letras nos muestra una calidad maravillosa escrita por una mujer de carácter que ama, que siente, que vive cada letra, cada frase, cada verso, cada prosa.

Debemos entonces señalar que la juventud en Panamá amantes de las letras y el arte se han abierto camino lenta pero con éxito en este país tan nuestro como lo es Panamá y no sólo eso han dejado su nombre en alto fuera de las fronteras más allá del horizonte los extranjeros se han vuelto igual o más panameños que los panameños y los panameños han volado más allá del infinito Magdalena es prueba de ello sin duda alguna hay que ir y escucharla junto a dos grandes exponentes también de la poesía los dos Javier Alvadado y Romero en la Feria Internacional del Libro de Panamá el 18 de Agosto en una lectura que han nombrado "Quiero una palabra que te muerda, que te ladre" ya anteriormente Don Rafael Ruiloba destacado académico, catedrático y escritor panameño había escrito maravillas sobre la obra de Magdalena y otras feminas que han llegado para quedarse en este difícil mundo poético panameño este ha sido un pequeño aporte adicional que espero sea de su agrado para que sigamos conociendo, difundiendo y promoviendo a nuestros artistas y escritores jóvenes de Panamá.

Bibliografía:
-(1) https://magdalenacamargolemieszek.wordpress.com/ (Página de la autora)
-(2) https://400elefantes.wordpress.com/2017/07/14/magdalena-camargo-he-sonado-con-esa-ciudad-que-solo-aparece-si-se-nombra/  (Revista 400 Elefantes, Nicaragua).

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Robert Allen Goodrich Valderrama (Panamá 1980): Poeta, escritor, Gestor y Promotor Cultural creador del Blog Mi mundo www.robert-mimundo.blogspot.com Creador del Grupo en Facebook Amor por las Letras ha participado en más de 50 antologías a nivel mundial sus libros publicados o autopublicados de manera independiente se encuentran a la venta en Lulu, Amazon y otras plataformas fue Nombrado en el 2012 Embajador Universal de la Paz en Panamá por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz (Ginebra), Certificate of Recognition-Joe Martínez District 11 Commissioner Miami Florida 2016, Reconocimiento Institucional otorgado por haber sido Promotor y Organizador del Certamen Internacional género Ensayo "El medio ambiente y la importancia del mismo"-UMECEP Panamá (2016), Mención Honorifica Poeta, gestor cultural por la paz-Parnassus Patria de Artistas, Argentina (2013), Certificate of Appreciation-The Miami-Dade County Office of the Mayor Mayor Carlos Gimenez, Miami Florida (2012), entre otros reconocimientos. Nombrado Academico-Academia Mundial de Cultura e Literatura (BRASIL), Miembro Asociado-Academia Norteamericana de Literatura Moderna (USA), Miembro Correspondiente-Academia de Artes, Ciencias y Letras de Iguaba Grande, Brasil, Presidente UMECEP Panamá.