domingo, 3 de julio de 2011

CANTOS CEREMONIALES / PLENOS PODERES

DOS LIBROS DE NERUDA: LOS CANTOS CEREMONIALES Y PLENOS PODERES

POR: ROBERT A. GOODRICH V.

"Como un gran Midas austral, (Neruda) maneja y gobierna el poder de la palabra. Todo aquello que palpa se convierte en poesía. Ríos, montañas, cordilleras, pinares, amores perdidos, lejanos mares, recuerdos gratos e ingratos, la amada y hasta la modesta realidad de una cebolla adquieren bajo su palabra dimensión poética."
Antonio Cisneros.

He tenido el placer y el privilegio de leer en esta oportunidad dos libros del Maestro de la Poesía Chilena y Latinoamericana Pablo Neruda, después de leer varios libros de poesía de este singular poeta que como dice Antonio Cisneros en su pensamiento sobre el, es un hombre que sabe tomar un objeto cualquiera, un acontecimiento, la naturaleza misma, un mal amor, un buen amor y convertirlo en poesía en movimiento, para ser disfrutada por propios y extraños y precisamente aquí convergen en este libro Editado y con Anotaciones de un estudioso de la obra de Neruda como lo es Hernán Loyola junto el prólogo preparado por Antonio Cisneros, una obra excelente y otra regular quizás no de las mejores del poeta, me refiero en primera instancia a Los Cantos Ceremoniales compuesto por 10 cantos llenos de sentimiento, recuerdos y alabanzas a personajes ilustres como: Manuelita Sáenz que salé retratada de manera magistral en el canto La Insepulta de Paita en el mismo el poeta le rinde honores a la soledad dejada tras su triste partida, la partida de una mujer que amo profundamente y se fue a morir a tierras extrañas en ese Perú distinto y ajeno a la valentía que la embargaba, además creo lógico destacar el canto titulado Toro en donde el poeta le rinde honores a aquella crueldad de la justa Torino en España, cantos como Cataclismo en donde el poeta se refiere a los maremotos y terremotos que casi sepultan a su querido país, Oceana un canto dirigido a su amada esposa la mujer que compartió sus grandezas y pobrezas y estuvo con el siempre en las buenas y en las malas, son el total diez cantos distintos todos llenos de hermosura y con ese carisma característico en la obra Nerudiana.

En cambio en Plenos Poderes nos encontramos con poemas que quizás no son de los mejores escritos por el Maestro Neruda, sin embargo no le puede quitar y dejar pasar la belleza de muchos de ellos, tales como: Deber del poeta, Planeta, Los nacimientos, Regresó el caminante, El pueblo, poemas llenos de sentimiento y realidad.

Creo que a lo que me refiero queda demostrado con este simple verso del Poema: Deber del poeta que dice así:

Así por el destino conducido
debo sin tregua oír y conservar
el lamento marino en mi conciencia,
debo sentir el golpe de agua dura
y recogerlo en una taza eterna...
(Deber del poeta).

O quizás parte del Canto dedicado a Manuela Sáenz que se titula: La Insepulta de Paita que dice así:

XI
EPITAFIO Ésta fue la mujer herida:
en la noche de los caminos
tuvo por sueño una victoria,
tuvo por abrazo el dolor.
Tuvo por amante una espada.

Creó que admiramos a Simón Bolívar pero sobre todo a su amante incondicional y su Libertadora que fue Manuela Sáenz este poema dedicado y escrito por Neruda es muestra fiel de la valentía y de lo grande que fue está mujer para la historia universal y de los sueños que tuvo por su tierra, por su gente y por su amante.

Ambos libros juntos en una sola edición forman una obra de arte más de la extensa bibliografía literaria del Maestro Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura 1971, un chileno que amaba su tierra, su gente, sus amigos y la belleza de la geografía universal.

Con notas y edición de Hernán Loyola un hombre que ha estudiado la obra de Neruda y Prólogos de Antonio Cisneros el lector tendrá la tarea de basar bajo su propio criterio la belleza estructural de ambas obras que forman parte del legado universal del famoso poeta.

Fuente: Cantos ceremoniales y Plenos poderes-Pablo Neruda, Edición y Notas de Hernán Loyola, Prólogo de Antonio Cisneros, editorial De Bolsillo/Sudamericana/Ramdon House Mondadori, 1 edición 2004, 171 páginas.