sábado, 16 de abril de 2016

TRES DE MIS LIBROS YA EN LA BIBLIOTECA INTERAMERICANA SIMÓN BOLÍVAR DE LA UNIVERSIDAD DE PANAMÁ


Voces del Silencio (Poesía)

Qué Dios los Perdone a  todos (Poesía) con prólogo de Mery Larrinua quién reside en Miami, Florida Estados Unidos.

Mis Sueños de Alas Rotas y otros poemas (Poesía) con prosa a manera de prólogo escrita por Oralia L. Reyes "Musa Peregrina" de México

Presentes ya en la Biblioteca Interamericana Simón Bolívar dentro de la Universidad de Panamá

comparto el link y mi agradecimiento a este prestigiosa institución por este honor de ver presentes mis libros en este mítico lugar

Gracias

Robert Allen Goodrich Valderrama

http://kohasibiup.up.ac.pa/cgi-bin/koha/opac-search.pl?q=goodrich

Ahora solo queda pendiente que la Biblioteca Nacional de Panamá también incorporé dos de mis libros si Dios quiere.


CARLOS FRANCISCO CHANGMARÍN OTRO BRILLANTE ESCRITOR PANAMEÑO

CARLOS FRANCISCO CHANGMARÍN

POR: ROBERT A. GOODRICH V.*

Para algunos es Chang Marín para otros es Changmarín lo importante la calidad de escritor a quién me referiré en esta semblanza biográfica.

Un hombre de ascendencia china pero tan panameño como ninguno, pintor, artista, poeta, escritor, cuentista ¿que no hizo Carlos Francisco? uno de los escritores más importantes y trascendentales de Panamá ampliamente conocido dentro y fuera del país por sus décimas, sus poemas, sus cuentos infantiles, sus pinturas, sus novelas históricas y no históricas en especial aquella escrita con dedicación y maestría donde describe la obra de Victoriano Lorenzo obra que para mí es una de las mejores que he tenido el placer y honor de leer y que esta en mi biblioteca personal como una de las novelas más queridas y reeleídas por este servidor.

Este chino interiorano con todo respeto que se merece ganó premios y reconocimientos ampliamente merecidos dentro y fuera de Panamá como citó por ejemplo: La Medalla Rogelio Sinán, el Premio Ricardo Miró, el Premio Dora Pérez de Zárate, el Premio Universidad, La Orden Francisco de Morazán, La Medalla Víctor Jara, el Premio Rubén Martínez Villena, La Orden Nacional Omar Torrijos Herrera, por mencionar solo algunos.

Un hombre que defendió a su pueblo, luchó por los campesinos, luchó por la defensa de su soberanía y del Canal de Panamá.

Su pluma fue su arma para llevar el mensaje aunque militó en organizaciones, movimientos políticos y sociales.

Para mí uno de los escritores más importantes de Panamá por eso pertenece a este homenaje que he querido realizar para los que considero "Grandes Escritores de Panamá".

Aunque nació el 26 de febrero de 1922 en el pueblo de Los Leones, La Colorada, provincia de Veraguas, la fisonomía de Changmarín delata su ascendencia oriental por parte del padre, miembro de una familia de origen chino avecindada en Santiago, cabecera de la provincia de Veraguas. Su madre, Faustina Marín, era en sus horas de solaz, cantalante de tambor, tamborito; su abuelo, Valentín Marín, tocaba la bocona -guitarra panameña- y cantaba décimas, estrofas de diez versos improvisadas por trovadores naturales. Aprendió a interpretar y valorar el lenguaje de la naturaleza junto a sus abuelos maternos, que le enseñaron cómo sostener las labores diarias sin perder la sonrisa y la agudeza del ingenio. Todavía en su niñez vivió con sus tías paternas en Santiago de Veraguas, donde asistió a la Escuela Dominio del Canadá. Pasó después a la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, donde obtuvo el título de Maestro de escuela primaria en 1943.

En esos años comenzó a escribir, orientado por profesores chilenos e intelectuales españoles exiliados; y, estando en su sexto año de estudios, se presentó al Concurso Ricardo Miró, recién instaurado en 1942 como premio anual de literatura, y obtuvo una mención honorífica con su obra Punto ‘e Llanto, que se publicó en 1948. En la Universidad de Chile (institución estatal) hizo un año de estudios de pintura. De regreso a Panamá, trabajó como maestro en Boquete (provincia de Chiriquí) y en La Colorada. Después ejerció como profesor de dibujo en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena. Su cuento "Seis Madres" (1947) fue incluido por Rodrigo Miró en su antología El cuento en Panamá (1949), y reseñado por los panameños Gil Blas Tejeira y Renato Ozores y por el guatemalteco José Mejía, quien lo considera un anti-cuento por excelencia. Rodrigo Him afirma que, dentro de esta obra, por primera vez se formula como problema una teoría del cuento en la literatura panameña. En la década del 50, Changmarín comenzó su carrera periodística en el periódico mimeografiado El Cholo, editado en Santiago de Veraguas. Sobresalió dentro de un periodismo preocupado por el bien social, del lado de la justicia, de la cultura y del progreso de la tierra veragüense. A la par, trabajaba en su libro Poemas corporales, que obtuvo el segundo lugar del Concurso Ricardo Miró en la categoría de Poesía en 1955, y fue publicado en 1956.

En 1957 obtuvo nuevamente el segundo lugar del Concurso Ricardo Miró, en la sección cuento, con Faragual, 13 cuentos de la tierra, que fue editado en 1960. Durante esos años los literatos panameños dialogaban sobre temas y problemas rurales. Ramón H. Jurado defendía el ruralismo, corriente a la que se adhería Changmarín, como expresión ideológica. En medio de esta discusión, en 1961 el artista obtuvo una vez más el segundo lugar en el Concurso Ricardo Miró con el cuento "Cañizo". También Changmarín ha sido fecundo compositor de décimas, y ha hecho investigaciones folclóricas en esta área desde la década del cincuenta del siglo XX, de las que han resultado tres importantes obras: Socabón, décimas populares para cantar (1959); Los versos del pueblo, publicado en 1973, y Cantadera, 130 décimas para cantar (1995). Fue presidente de la Asociación Nacional de Poetas de la Décima, que busca preservar y mantener la tradición del género. Hay un período de silencio de dos décadas en la obra de Changmarín. Luego de un viaje a China, sufrió persecución por motivos políticos.

Era militante del Partido del Pueblo, en el que desempeñó un papel destacado a partir de 1949. Fue director del periódico de este grupo de tendencia socialista. El gobierno de José Antonio Remón Cantera promulgó en la década de 1950 una ley contra el espionaje y contra los socialismos, que eliminó de las aulas a los catedráticos, profesores y maestros que hubieran tenido relación con el Partido del Pueblo. La persecución llevó a las prisiones y al exilio a varios líderes, como Hugo Víctor y César De León. Changmarín fue condenado a cumplir mil días de cárcel, por introducir un video sobre la guerra bacteriológica en Corea. Después de cuatro años y medio tras las rejas, fue exiliado político en Chile, y, además, cumplió un año en la cárcel de Chitré después del golpe militar de 1968. Así que, en aquella década de los sesenta, aislado de su profesión natural de maestro, fue fotógrafo, locutor de radio, periodista y obrero en la Zona del Canal. En el período en que estuvo privado de libertad escribió La Mansión de la Bruma o Vida en la Oscuridad (Cuentos de la Cárcel), publicada en ruso en el año 1965. Después escribió por muchos años la columna "Cartas a la tía Tula", -que marcó una época en el periódico Crítica Libre desde mediados de la década de 1970-, en la que criticaba duramente a la oposición y favorecía el gobierno de Omar Torrijos y la firma de los tratados canaleros. Tras la muerte del General Torrijos, continuó con su columna hasta la invasión norteamericana a Panamá, en diciembre de 1989. Luego, siguió editándola en el diario El Universal, hasta 1998. En 1981 alcanzó el primer premio Miró en novela con El guerrillero transparente, que fue traducida al ruso con el nombre de El general de cristal.
Changmarín obtuvo diversos galardones y reconocimientos, entre los cuales destacan el Premio Dora Pérez de Zárate (1998) por su aporte al folclore nacional; el Esther María Osses, al libro de literatura infantil del año (2002) y el Premio Universidad (2002). Ha sido condecorado con la Orden Nacional Omar Torrijos (2006), por su compromiso cívico y social, y con la Orden Francisco de Morazán, otorgada recientemente por el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), institución política creada para la integración de los países centroamericanos. Como reconocimiento a una vida y una obra consecuente con la lucha por una sociedad socialista, la Central de Trabajadores de Cuba le impuso la medalla Víctor Jara y su obra fue reconocida con el Premio Rubén Martínez Villena, también de Cuba. En reconocimiento suyo fue creado en 2008 el Premio Nacional de Literatura Infantil Carlos Francisco Changmarín, por el Instituto Nacional de Cultura (INAC), para estimular la producción literaria dedicada a los niños y reconocer el espacio de acción de los escritores consagrados al género de literatura infantil.

"Todo individuo tiene una función social que cumplir, aunque no se dé cabal cuenta de ello. El escritor que es un individuo, a través del cual habla su gente, tiene una mayor responsabilidad social en cada palabra que echa al viento, en cada rima, en cada retruécano de su narrativa. Claro que los lectores se dejan influir por los personajes creados y por sus ideas. En esto estriba la función del escritor, en no ser pesimista, aguafiestas, baila la vara, traidor a su patria y a los reales valores ideológicos y generales, humanos del planeta."

Carlos Francisco Changmarín, en el Libro: Ser Escritor En Panamá
(Entrevista a 29 escritores panameños al finalizar el siglo XX),
Por Enrique Jaramillo Levi.

Sus palabras y su carrera literaria lo dice todo, su legado, su trabajo, sus ganas de vivir y luchar por su pueblo, por su gente, por los más pequeños, por los más humildes un panameño orgulloso de sus raíces, de su país un escritor como pocos.

Entre su poesía podemos mencionar:

La Muñeca de Tusa, por
Carlos Francisco Changmarín

Yo recogí una tusa
que vestí de muñeca.
Le arreglé un corpiñito
y una falda de seda.
De algodón amarillo
le fabriqué las trenzas.
Dos lazos de organdí
le puse en la cabeza,
y en sus pies chiquititos,
zapatitos de cera...

Tan tusa como estaba
y, mírala...
tan muñeca!

Después de tanto lío
de tanta morisqueta,
me ha salido malcriada
la muy pizpireta.
Ya no quiere chupón;
no quiere mamadera;
nada más quiere helado,
"bolonchón" y paleta.

Oigala usted llorar!..
"Ñoé, ñoé...qué treta!
Qué vida estoy pasado
tan cansada y molesta.

"Mentilla, ay corochón...
dórmache mi cuqueta,
en chu hamaquita de oro,
como una princhecha.

Tome un bechito,
tome una paleta...
Ay, no llolle, no llolle
dórmache mi muñeca.

Shiiit...
Cállese todo mundo
la "chigarra y la estrella...
Que en su hamaquita de oro
dormida está la nena...

Tan tusa como estaba...
y, mírala
tan muñeca!"

Del libro: La Muñeca de Tusa

Aquí Mí Lengua Suave Para el Verbo, por
Carlos Francisco Changmarín

Aquí mi lengua suave para el verbo
que ha de sembrar de espigas los caminos.
Para mentir, jamás; gloriarse, nunca;
ni adular, ni callar cuando otros callan.

Mudos deben quedar los que traicionan,
los que dejan hacer y los que engañan.

Lengua para el combate, para el himno
que entonarán las voces oprimidas.
Lengua para lamer las esperanzas,
la miel de los rosales venideros.
Lengua, para la vida yo te quiero
y no para gemir y enmudecerte
cuando a tu lado el restallar del látigo
vaticine la hora de la muerte.

Del libro: Poemas Corporales
Segundo Premio del Concurso Nacional
Ricardo Miró
1955

Duros y Buenos Pies que no Descansan, por
Carlos Francisco Changmarín

SALUD, oh compañeros caminantes,
desnudos pies de rocas y raíces!

Portadores del polvo del camino
llevan aún la espina que en el surco
se hincó, las cicatrices duraderas.

Oh remate de músculos y nervios,
soldados de la marcha, incombatibles!
Base inmortal sobre la cual me yergo
para emprender camino a la ventura,
hacia donde las huellas no retornan.

Duros y buenos pies que no descansan
que nunca se doblegan ni se rinden.
Afírmate raíz, planta, estructura;
palpa la calentura de la tierra
cuando el son de la vida te reclama.

Vinimos por la historia transportando,
abriendo las primeras alegrías,
y vamos más allá de la carreta,
del auto, el aeroplano y la fragata
rompiendo con la marcha las cadenas.

Del libro: Poemas Corporales
Segundo Premio del Concurso Nacional
Ricardo Miró
1955


Oh Huesos, Basamento que me Siembra, por
Carlos Francisco Changmarín

Oh huesos, basamento que me siembra
vertical sobre la tierra, a plomo.
Oh sencillos, humildes, no cantados,
nunca reconocidos, siempre anónimos.

Sólo un recuerdo póstumo que yace
cuando al morir la carne aún persevera...
la blancura de formas, la armonía
sobre el desierto y mudo panorama.

Cantando a la blancura, a la sagrada
misión de sostenerme cuando marcho
y frente a mí la noche tambalea.

Yo voy enflaqueciendo palmo a palmo.
Tal es la vida cruel, tal el futuro,
que un día, pronto tal vez, sea puro huesos
y así como una monda calavera
la ruta seguiré, porque aún muriendo
no se pierde del todo la batalla.

Del libro: Poemas Corporales
Segundo Premio del Concurso Nacional
Ricardo Miró
1955

Sueño de la Luna, por
Carlos Francisco Changmarín

La luna cayó en el río.
El río la llevó a la mar.
En el mar, unos marinos
la quisieron devorar.

Nadando, la luna vino
por el río hasta el manglar
y en el manglar unos duendes
la quisieron maltratar.

Entonces quedó la luna
entre el manglar y la mar.
De tanto huir, se ha partido:
muy pronto se va a gastar.

Si se va al mar, se la comen.
Si se queda, va a llorar.
¡Despierta, luna, lunita,
no te dejes apresar!...

Del libro: Punto ‘e Llanto. 1948

Entre su Décima:

Cerros de mi Patria, por
Carlos Francisco Changmarín

Cerro Tute, en Santa Fe,
sobre la azul serranía,
donde el mar en lejanía
del sur y norte se ve.
Aromado de café
y de sangre juvenil,
de la lucha estudiantil
que subió por sus alturas
de noche, en su cima oscura
brota la luna de abril.

El rey de la cordillera
del Barú, cerro Volcán,
dormido como un titán
con su oscura cabellera
donde la nube ligera
tiene su jardín de frío
y su taller de rocío
entre rocas de negruras
contra el cielo su figura
se yergue en el lomerío.

El Canajagua es pequeño
pero tiene su leyenda,
pues en su florida senda
nacieron cantos y sueños,
El claro cielo santeño
pasa azul por su cabeza
y allí la naturaleza
se parece a un paraíso
donde la tierra se hizo
más cumplida de belleza.

Pero por su condición
y la historia que lo aclama,
en el verde panorama
de la patria, el cerro Ancón
tiene más alta mención;
se alza en la cordillera
de la lucha tesonera
por la tierra y el Canal,
y la causa nacional
que se pinta en la bandera.

Del libro: Cantadera, 130 décimas para cantar
CHANGMARÍN
El León de los Leones
1995

Mi décima no se vende, por
Carlos Francisco Changmarín

Mi décima no se vende,
ni se entrega, ni se alquila;
en el cielo se perfila
y ella misma se defiende.
En cada conciencia prende
con el fuego de su acción,
la sangre, la tradición
de un pueblo que no se rinde,
y batalla en el deslinde
de cualquiera situación.

Mi décima lleva un son
que me viene bien de abajo,
del pueblo con su trabajo,
y también del corazón.
Tiene belleza y pasión
y también inteligencia,
pues nace de la experiencia
de la historia y del país
y de la misma raíz
de la patria en su conciencia.

Mi décima es recta y clara,
camino por lo derecho,
y se prende en cada pecho
y se refleja en la cara.
Yo no canto cosa rara
ni abstracta, ni intelectual;
canto a lo fundamental,
lo que el pueblo me recita,
y la patria necesita
en su batalla inmortal.

Y no canto por cantar,
ni servir la que me oprime;
soy cantor de lo sublime
del oficio popular.
Nada invento al enlazar
el verso que voy cantando;
pertenezco a un solo bando;
canto a la revolución,
por nuestra liberación
junto al pueblo voy marchando.

Del libro: Cantadera, 130 décimas para cantar
CHANGMARÍN
El León de los Leones
1995

Cuando La Zona Sea Mía, por
Carlos Francisco Changmarín

(Mesano)

Voy a ver un guayacán
sembrado en el Cerro Ancón.
Voy a tener un Jorón
donde mis hijos verán
los barcos que pasarán
hacia azules lejanías.
Y en los más hermosos días
podré mirar la ciudad
con toda la libertad
Cuando la Zona sea mía.

Subiré hacia las alturas
con una soga de hierro
del Ancón al pobre cerro
conquistaré su hermosura.
Aunque sea la marcha dura
yo gritaré de alegría,
muriéndome en la agonía,
si una bala me atraviesa
del yanqui, en su fortaleza
Cuando la Zona sea mía.

Y para mi pueblo hermano
en el punto más saliente
del Ancón pondré una fuente
al Cholito Victoriano,
y del sitio más lejano,
se verá como un guía
de luz y soberanía,
de la Patria liberada,
la bandera desplegada
Cuando la Zona sea mía.

Pondré escuelas, casas cuna,
sitio para descansar,
donde el obrero, al pasar
pueda cantarle a la Luna,
toda la selva montuna
del Ancón de fantasía,
florecerá con el día
de nuestra liberación,
de mi sufrida nación
Cuando la Zona sea mía.

Acompañado de su amada compañera, de sus hijos y nietos, Changmarín murió en la ciudad de Panamá el 5 de diciembre de 2012.

Sin duda alguna uno de los mejores escritores panameños Carlos F. Changmarín.

Fuentes:
-Encaribe.org
-Panamá Poesía

*
Robert Allen Goodrich Valderrama (Panamá 1980): Poeta, ensayista, bloguero, escritor, Presidente UMECEP Panamá, Embajador Universal de la Paz en Panamá, Miembro Asociado Academia Norteamericana de Literatura Moderna, Finalista I Concurso Internacional de Minipoemas "Homenaje a las Mujeres" 2016 Mundo Escritura, España; Premio José Martí a su obra-Café Cubano (2016), Diploma por Jurado Calificador Concurso Internacional de Poesía Rubén Darío al 100-UMECEP Nicaragua (2016), entre otros reconocimientos ha participado en más de 40 antologías a nivel mundial sus libros están publicados en www.lulu.com www.amazon.com, Barnes and Noble también se pueden encontrar en la Biblioteca Interamericana Simón Bolívar de la Universidad de Panamá y próximamente en la Biblioteca Nacional Dr. Ernesto J. Castilllero también en Panamá es el creador del Grupo en Facebook Amor por las Letras y del Blog Mi Mundo www.robert-mimundo.blogspot.com