viernes, 17 de noviembre de 2017

DOCTORADO HONORIS CAUSA PARA MANUEL ORESTES NIETO: MIS RESPETOS Y FELICITACIONES AL GRAN POETA Y ESCRITOR PANAMEÑO

Foto tomada de la página de Facebook de Mariela Sagel

MANUEL ORESTES NIETO: UNO DE LOS GRANDES POETAS Y ESCRITORES PANAMEÑOS: DOCTORADO HONORIS CAUSA

POR: ROBERT A. GOODRICH V.*

Recuerdo como conocí a Manuel Orestes Nieto el gran poeta y escritor panameño fue gracias a la lectura de uno de sus mejores libros "Dar la Cara" libro con el que ganó el Premio Casa de las Américas en 1975 en la Habana, Cuba uno de los más importantes premios literarios del mundo.

Mediante la reseña literaria escrita sobre el mismo y publicada por este servidor me dio la oportunidad de conocerlo en persona y recibir de sus manos su firma y valiosos regalos poéticos y literarios incluyendo uno de sus libros más importantes: "El cristal entre la luz" libro que reune gran parte de su poesía y que recibió también en Cuba el Premio José Lezama Lima.

Desde la primera lectura de Dar la cara quedé atrapado y me volví un seguidor de la obra de este bardo panameño que ha dejado en alto al país a nivel mundial recibiendo reconocimientos como:
-Premio Casa de las Américas
-Premio José Lezama Lima
-Premio Nacional Ricardo Miró género Poesía en varias ocasiones
-Medalla Gabriela Mistral y más recientemente el Doctorado Honoris Causa entregado por la Universidad Especializada de las Américas en Panamá.

Y es allí donde debo de felicitar con todo el respeto y admiración que tengo por su obra ensayística y poética a Don Manuel Orestes Nieto por este merecido reconocimiento entregado en vida a uno de los más importantes exponentes de la poesía y literatura panameña.

A continuación dejo algunos fragmentos poéticos de su valiosa obra para el conocimiento de las presentes y futuras generaciones y reitero mis felicitaciones a Don Manuel a quién admiro y respeto demasiado es un ejemplo para mí a seguir.

Ella me hablaba del lugar donde nació,
caliente, húmedo y fluvial,
como quien cuenta el naufragio de un país.
Al oírle, daba la impresión de que esa patria selvática,
que describía hasta en los sonidos de las aves
y el temor a las jaurías de animales de ojos violáceos,
quedaba demasiado lejos.
(Del Poema: Aquel País en su Memoria).

Créeme: hay un mar dentro del mar.
Una planicie del pastor y la hierba,
del ave y la semilla.
Un horizonte vegetal de esmeraldas y cristales,
flotando en un plato de porcelana y sol.
(Del Poema: Un Mar dentro del Mar).

Aquí nací,
en un diminuto grano de sal
que flotó a la deriva
y se aposentó
en la placenta aguamarina
de mi madre.
(Del Poema: Aquí nací y moriré).

Con un remo
será suficiente para impulsarnos
por los siglos
que aún no hemos navegado.
(Del Libro: El deslumbrante Mar que nos hizo)

La poesía te escoge, no la escoges.

Te acoge, como un tibio vientre de mujer
en el centro del amor.
Todo lo da en el acto de saber
que todo le debe ser quitado.
No trama, teje para otros. A veces con dolor.
Su principal virtud consiste
en maltratarte lo gratuito.

Acosar la turbiedad de tus días, es su oficio.
(De Poeta de Utilidad Pública).

Sin duda alguna estamos ante uno de los máximos exponentes vivos de la Poesía panameña y considero que quizás sea el mejor de su generación mis respetos y admiración para Don Manuel y mis reiteradas felicitaciones por ese Doctorado Honoris Causa lamentando no haber podido estar presente en tal loable y merecida ceremonia.

*
Robert Allen Goodrich Valderrama (Panamá 1980): Poeta y escritor panameño-estadounidense ha participado en más de 50 antologías ha publicado libros en Lulu.com, Amazon y otras plataformas es el creador del Blog Mi mundo www.robert-mimundo.blogspot.com Fundador del Grupo en Facebook Amor por las Letras recientemente su libro: Hombres y Mujeres sabios (La sabiduría de los ancianos) resulto Finalista del Premio Literario Reinaldo Arenas versión Poesía 2017 en Miami, Florida organizado por Creatividad Internacional (esperando resultado final el próximo 7 de diciembre del 2017).



ÑATORE MAY POEMA DE MARÍA OLIMPIA DE OBALDÍA

Ñatore May , por
María Olimpia de Obaldía

"¿Comuniyó?" pregunto
a la india macilenta
que en pos de su hombre adusto
marcha con lento andar.

"Ñatore may" contesta
sin levantar los ojos:
-tan sólo mira el polvo,
remedo de su faz.

"Ñatore"... y la doblega
la mochila a la espalda
y la agobia la curva
de su misión fatal...
Y su hijo cuando nazca
acaso muera inerme,
que sólo puede darle
el jugo maternal;

su leche macerada
con golpes del marido;
caldeada por la piedra
en donde muele el pan:
mezclada con fermentos
de incógnitos rencores,
de anhelos subconscientes
inmensos como el mar...

¡"Ñatore"... y sus vestidos
son sucios, harapientos;
su hogar húmeda choza,
su lecho un pajonal...
"Ñatore"... y nunca supo
de mimos ni de besos...
Descanso jamás tuvo
su cuerpo de animal...!

¡Y la llaman "hermana"
los que siguen a Cristo
y "camarada" dicen
los que en vanguardia van,
pero ella no comprende
ni aquél ni el otro idioma,
ella tan sólo sabe
decir: "Ñatore may"...!

Prosigue con sus fardos
sin que el "hermano" diga:
"he de aliviar tu carga,
he de calmar tu mal";
sin que llegue tampoco
activo "camarada"
y logre en noble esfuerzo
su vida humanizar.

Continuará su marcha
doblada sobre el polvo
que pisaron caciques
del nativo solar,
diciendo a su Destino:
"Ñatore may, ñatore"
porque piensa que es éste
su círculo fatal...

Los cuatro siglos fueron
sobre su casta humilde
cuatro hojas desprendidas
del árbol secular;
las humanas reformas
no han rozado su vida,
en ella se hizo carne
todo el zumo ancestral.

Retornará a la tierra
sin saber que vinieron
hombres de gran espíritu
su raza a libertar:
¡Colón con sus navíos
Bolívar, con su espada,
y, sobre todo ellos,
Jesús con su verdad...!

Y al caer a la tumba
cual bestia fatigada,
gozará las caricias
de la madre eternal
y entonces, sólo entonces
será justa su frase
al decir resignada
a Dios: "Ñatore may"...!