jueves, 14 de abril de 2016

GASPAR OCTAVIO HERNÁNDEZ GRAN POETA Y ESCRITOR PANAMEÑO

GASPAR OCTAVIO HERNÁNDEZ

POR: ROBERT A. GOODRICH V. *

Periodista y poeta en su honor se celebra el Día del Periodista uno de los grandes poetas y periodistas que ha tenido Panamá sus poemas son piezas históricas maravillosas escritas he de destacar en particular las siguientes:  La cabeza de Vasco (dedicada a la decapitación de Vasco Núñez de Balboa) el pintor Humberto Ivaldi uno de los más grandes de Panamá se inspiró en este poema para pintar una de las obras más extraordinarias jamás pintada, Canto a la Bandera, Ego Sum, sin duda alguna son de sus grandes obra poéticas aunque en las siguientes lineas dedicadas a plasmar una breve semblanza sobre su vida y obra este servidor le rinde honores con parte de sus poemas rescatados de la página Panamá Poesía.

Nació en la ciudad de Panamá, el 14 de julio de 1893, de humildícimo origen, es el más joven de los poetas primeros de la República y también el más sometido al influjo modernista. Autodidacto, mostró dominio sobre los instrumentos de su arte. Fue correcto verificador, y poeta. Agrada en Hernández su voluntad de perfección. Hombre imaginativo, realizó cosas singulares. Y dejó dos libros: Iconografías (1915), prosa que incluye cuentos y notas críticas, y Melodías del pasado (1915); a lo que se agrega La Copa de Amatista (1923), libro póstumo. Murió el 13 de noviembre de 1918, de un ataque de hemoptisis.

Demetrio Korsi lo clasificó de "gran poeta negro, doloroso, exótico, sincero y desventurado que murió a los 25 años ahogado por violenta hemoptisis, en el despacho de La Estrella de Panamá, periódico del cual era jefe de redacción".

Hacia el final de su vida empezó a interesarse por el tema popular. Sus pocos poemas de ese tipo nos indican que ese camino le llevarían al encuentro de su yo esencial. Con todo, su obra constituye uno de los más importantes logros de la poesía panameña. Si Hernández fue un autodidacta, su joven exégeta ha demostrado técnicamente su genialidad poética. Sin su prematura muerte, su modernismo hubiera alcanzado el más alto nivel continental.

Obras Publicadas

Melodías del Pasado 1915
Cristo y la Mujer de Sichar 1916
La Copa de Amatista. Libro póstumo con prólogo de Demetrio Korsi. 1923
Poesías Selectas. Panamá, Ministerio de Educación. 1955
Obras Selectas. Idema, vol. de 600 págs. que incluye su obra completa (Poesía y Prosa). 1966.

Ego Sum, por
Gaspar Octavio Hernández

Ni tez de nácar, ni cabellos de oro
veréis ornar de galas mi figura;
ni la luz del zafir, celeste y pura,
veréis que en mis pupilas atesoro.

Con piel tostada de atezado moro;
con ojos negros de fatal negrura,
del Ancón a la falda verde oscura
nací frente al Pacífico sonoro.

Soy un hijo del Mar... Porque en mi alma
hay -como sobre el mar- noches de calma,
indefinibles cóleras sin nombre.

y un afán de luchar conmigo mismo,
cuando en penas recónditas me abismo
¡pienso que soy un mar trocado en hombre!

1915
Del libro: La Copa de Amatista.

Canto a la Bandera, por
Gaspar Octavio Hernández

Se detuvo el mancebo en la rampa, frente al mar
transparente. Comenzaba a brillar la mañana. En una
de las naves de Aguadulce fondeadas en el puerto, hercúleo
marino de color de bronce -cantando un alegre cantar de
aldea- enarbolaba el pendón tricolor del Istmo.

El mancebo sintióse inquieto de entusiasmo: el
entusiasmo le hizo poeta y le inspiró este canto:

¡Ved cómo asciende sobre el mar la enseña
que refleja en sus vívidos colores
el mar y el cielo de la patria istmeña!
¡Mirad...! ¡Es la bandera panameña,
vistosa cual gentil manto de flores!

¡Ved cómo asciende al mástil del velero
serpenteando con lánguida armonía
bajo la luz del matinal lucero,
mientras canta fornido marinero
con ruda voz, canciones de alegría!

El céfiro de Ancón, puro y fragante
como beso de virgen, acaricia
la tenue seda del pendón flotante
y tierno idilio sobre el mar sonante
con el céfiro la bandera inicia.

¡Bandera de la patria! ¡Con celajes
de púrpura encendida, con pedazos
del cielo de los ístmicos paisajes
y de marina espuma con encajes
tejieron nuestras vírgenes los lazos!

¡Bandera de la patria! Las estrellas
en tus colores su fulgor derraman
perennemente vívidas. Por ellas,
los hombres duros, las mujeres bellas
¡en patriotismo férvido se inflaman!

¡Ellas, en nuestros fuertes corazones,
la llama avivarán del heroísmo,
cuando al grito marcial de los cañones,
enemigo clarín vibre canciones
bajo el ardiente sol de nuestro Istmo!

Ellas reavivarán en nuestras almas
amor por nuestras fértiles campiñas
sembradas de naranjos y de palmas,
donde -tras de luchar- núbiles niñas
nos ceñirán de mirtos y de palmas...

¡Bandera de la patria! Sube...,sube
hasta perderte en el azul... Y luego
de flotar en la patria del querube;
de flotar junto al velo de la nube,
si ves que el Hado ciego
en los istmeños puso cobardía,
desciende al Istmo convertida en fuego
y extingue con febril desasosiego
¡a los que amaron tu esplendor un día!

La Estrella de Panamá
23 de mayo de 1915.

La Agonía del Guerrero, por
Gaspar Octavio Hernández

Con ojos que denuncian pesadumbre,
mira el postrado capitán, colgada
de vetusta pared, la fina espada
con que pueblos redujo a servidumbre.

Ver le parece la musgosa cumbre
-de fresca sangre y lágrimas bañada-
donde su mano, del acero armada,
terror diera a enemiga muchedumbre.

-Inútil esperar -trémulo exclama-,
y, cual serpiente a quien la furia encona,
se retuerce de súbito en el lecho;

La Patria, envilecida; infiel mi dama,
mi acero inmóvil, rota mi corona...
¡Ah!, con la espada atravesadme el pecho.

Del libro: Melodías del pasado.

Aria de Gratitud, por
Gaspar Octavio Hernández

Para Demetrio Korsi

¡Yerras...! Yo no te adoro
por tus cabellos de oro
ni por tu tez de nieve,
ni por las melodías
de cascabelerías
que hay en tu risa breve...

Te adoro porque sabes
ungir el alma rota
con bálsamos suaves
que tu ternura brota.

Te adoro porque ansías
regar tus armonías
en las naves sombrías
del templo de mi alma,
donde hace tantos días,
bajo siniestra calma,
yacen mis alegrías.

Alma celeste y triste,
alma que padeciste,
como el dulce Jesús,
insólitos agravios
-llenos de hiel los labios-
clavada en una cruz;

Alma que desprendida
de la cruz del Dolor,
ofreciste a mi vida
tu amor como una flor;

Te adoro.
porque una
noche que el alma nombra
con infinito duelo,
fuiste un rayo de oro
que desgarró mi sombra;
¡fuiste un iris de luna
que sonrió en mi cielo!

1918
Del libro: La Copa de Amatista.

La cabeza de Vasco,
por Gaspar Octavio Hernández

Ya destroncada la gentil cabeza
del gentil Vasco Núñez de Balboa,
al mar, Pedrarias la arrojó. Y la sangre
que desprendióse en purpurinas gotas
—al solidificarse en el abismo—
trocóse en ramos de marinas rosas,
trocóse en haz de límpidos corales
y en relucientes y rosadas conchas.

De alcázares de perlas
ascendieron sirenas melancólicas,
y, en el mármol del rostro ensangrentado,
incrustaron sus bocas.

Incrustaron sus bocas, como incrusta
experto orfebre en cinceladas copas
de oro y de mármol o de mármol y oro,
cornalinas de púrpuras radiosas.

¡Cantaron las sirenas! Y su canto
reguero fue de tan dolientes notas,
que al escuchar sus tristes vibraciones
se estremecieron de dolor las rocas.

—¡Vasco!—dijeron las Sirenas—¡Vasco,
haz que tu labio a nuestra voz responda!
¿Recuerdas nuestra voz? ¿di, no recuerdas
que en tus fúnebres noches de congojas,
cuando tu sino infausto maldecías,
porque tu estrella naufragó en las sombras,
en nuestros dulces cantos recogimos
ecos llorosos de tus quejas hondas?
¡Bésanos, que los besos de tus labios
resonarán cual música de gloria. . . .!
¡Háblanos, que tus frases de vencido
nos dirán tu dolor en cada nota. . . .!
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Ni besos. . . . ni palabras. . . . ¿Qué cicuta
envenenó tu sonrosada boca?
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Y aprisionando entre las puras manos
la cabeza del Héroe, yerta y blonda,
las amantes sirenas del Pacífico
se escondieron debajo de las olas.
Y, al sumergirse el coro de sirenas,
repercutieron en las claras ondas
cual música de quejas y de besos,
crepitaciones de batir de colas.

Cuando bajo la fusta de los rayos
se encrespa el mar en noches tormentosas,
surgen del fondo del abismo acentos
de santa indignación y santa cólera.

¡Acentos que parecen desprendidos
de un arpa férrea, gigantesca y bronca;
acentos que parecen las protestas
de los vencidos que el dolor inmola;
acentos más terribles que los truenos
que hacen tremar la zafirina bóveda
en minutos de horror: acentos rudos
como rumor de tempestad sonora!

¡Nobles gritos quizás! ¡Tal vez los gritos
de santa indignación y santa cólera,
con que protestan los marinos monstruos,
alrededor de submarinas rocas,
al ver truncada la gentil cabeza
del gentil Vasco Núñez de Balboa!

1918
Publicado en: La Copa de Amatista.

A una hermosa que viste pollera,
por Gaspar Octavio Hernández

Multiplicando su iris, en tu pelo
resplandecen peinetas de diamantes,
lo mismo que luceros, fulgurantes
en el fúnebre raso de hosco cielo.

Al rubí de más visos deslumbrantes
avergüenza la púrpura del velo
que se enrosca a tu busto, con anhelo
de adormirse en tus senos odorantes.

Bajo el nítido albor de la trencilla
y el encaje que adornan tu pollera,
es torre de marfil tu pantorrilla,

que tiembla a las violencias del Deseo,
cuando rimas, bailando placentera,
a las notas del punto, un zapateo.

1915.
Publicado en: La Copa de Amatista.

Havoc, por
Gaspar Octavio Hernández

Todos, todos cayeron en la fosa
impelidos con furia por la Suerte:
la Madre -reina de bondad-; el fuerte
Padre, y, también, la Abuela cariñosa.

Arbusto que doblega la furiosa
catástrofe-, quedé tímido, inerte,
¡oh! casa, ¡oh! nido de mi dicha, al verte
llena de polvo, oscura y silenciosa...,

miré, de pesadumbre conmovido,
los cortinajes del materno lecho,
donde exhalara mi primer quejido.

¡Y, al retirarme, en lágrimas deshecho,
mi dolor, hondamente reprimido,
como un puñal me destrozaba el pecho...!

Del libro: Melodías del pasado.

Arboles de la orilla del camino,
por Gaspar Octavio Hernández

Niño:
Cuando en recóndito sendero
tan sólo espinas y guijarros mires;
cuando en camino lóbrego suspires
por encontrar amable compañero,

Piensa que a orillas de la senda umbría
siempre hay un ser que ampara tu destino:
es el árbol que a orillas del camino
surge ofreciendo a todos simpatía.

Piensa que a orillas de la senda en calma
por donde vas herido de temores,
tiende el árbol gentil arcos de flores
para ofrecerte en cada flor su alma.

El árbol es amor! Bajo sus frondas,
bajo sus verdes ramas florecidas,
¡quién sabe cuántas vidas doloridas
consuelo hallaron en sus penas hondas!

¡Ah! cuántas veces al mirar el nido
en las ramas del árbol del sendero,
evocó la nostalgia del viajero
augustas ruinas del hogar perdido!

Y se acogió el cuitado en su quebranto,
del prócer árbol al ramaje umbrío
y mezcló con las gotas del rocío
las purísimas gotas de su llanto.

¡Cuántas veces el iris de la luna
fue sonrisa a la faz del peregrino
que a la sombra del árbol del camino
desposarse soñó con la Fortuna!

El árbol es amor! Jamás ignores
que en la senda que sabe tus fatigas,
otros riegan mandrágoras y ortigas,
y él con plácido afán, esparce flores!

Niño; cuida del árbol! De su fuerte
gallardo tronco y de sus ramas cuida!
Es cuna: el árbol protegió tu vida!
Es caja: el árbol te amará en la muerte!

Árbol! . . . . Símbolo puro de un anhelo
que en nuestras almas la ilusión aferra;
vivir queremos, como tú, en la tierra;
y vivir, como tú, de cara al cielo.

Publicado en: La Copa de Amatista.

Sin duda alguna Gaspar Octavio Hernández es uno de los más valiosos e invaluables poetas y periodistas que ha tenido Panamá murió en su oficina haciendo lo que más le gustaba ejercer el periodismo.

Por eso y muchas cosas más Gaspar Octavio Hernández pertenecer a este grupo de Grandes Escritores Panameños a los que este servidor le rinde tributo.

Fuente
Panamá Poesía

*
Robert Allen Goodrich Valderrama (Panamá 1980): Poeta, escritor, ensayista creador del Blog Mi Mundo www.robert-mimundo.blogspot.com del grupo Amor por las Letras, Presidente Nacional de UMECEP Panamá ha participado en más de 40 antologías a nivel mundial sus libro están publicados en LULU, Amazon y otros sitios.