viernes, 15 de mayo de 2015

DOS POEMAS PARA RECORDAR AL GRAN VICTORIANO LORENZO AUTORES AMELIA DENIS DE ICAZA Y JOSÉ FRANCO

A La Muerte de
Victoriano Lorenzo, por
Amelia Denis de Icaza

Atado! y ¿para qué? si es una víctima
que paso a paso a su calvario va
lo lleva hasta el banquillo la república
y con ella en el alma a morir va.

Atado! y ¿para qué? frente al suplicio
los soldados esperan la señal,
el plomo romperá su pecho heroico
que ostentaba la enseña liberal.

Marcha a su lado el sacerdote trémulo
hablándole del cielo y de perdón
lleva un Cristo en las manos, y está pálido
murmurando en silencio una oración.

El sigue su camino siempre impávido
sin el hondo sufrir del criminal
libre nació bajo sus grandes árboles
y en ruda lucha defendió su ideal.

.  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .  .
De hombres nacidos en las selvas vírgenes
en grupos de invencibles lo siguió
que allá en nuestras montañas, el indígena
puede morir pero rendirse no.

Se hizo su jefe el montañés intrépido,
el campo de batalla fue su altar
y el órgano divino, el ruido horrísono
del cañón enemigo al estallar.

Y ni el invierno con sus noches lúgubres
detuvo nunca su carrera audaz.
Como el león de los bosques en América
ni dio cuartel ni lo pidió jamás.

Soñó con la victoria, fue su ídolo
y en su mano nervuda se rompió
tras el ideal la noche con lo trágico
que el astro rey en el ocaso hundió...

Y después... y en las sombras del crepúsculo
en un lago de sangre el corazón;
y el pueblo que se aleja del patíbulo
murmurando una horrible maldición.

Su centro era el peligro, nunca el pánico
hizo su corazón estremecer
se alumbraba con luces de relámpago
cuando iba el enemigo a sorprender.

Del libro: Hojas Secas. 1927

Victoriano Lorenzo, por 
José Franco

Victoriano, muy asidas
a la Patria están tus huellas.
Te velaron las estrellas
de las llanuras perdidas.
Te curaron las heridas
los bálsamos de una fuente;
Arroyuelos transparente
murmura tu eterna queja;
tu imagen nunca se aleja
del corazón de la gente.

Vive el cholo Victoriano
sembrando en la serranía.
Poderosa alegoría
para el futuro cercano.
Su celda desde el arcano
anuncia la tibia sombra
dura palabra que asombra
la claridad de mañana,
de Panamá soberana
que sobre el pecho se nombra.

El arroyo en las laderas
simbolizó sus pisadas,
despertó sus madrugadas
el frío de las cordilleras.
En las perdidas veredas
sintió el dolor campesino,
relámpago vespertino
iluminando el paisaje,
hizo cíclope el coraje
que acompañó su destino.

Odio de sangre palpita
en el fondo de la historia,
desventurada memoria
que al dolor se precipita.
De la noche resucita
la povarosa contienda,
el aullido de la ofrenda
a la muerte traicionada,
que dejó despedazada
la dolorosa leyenda.

En él dejo sustentado
mi orgullo de panameño.
Visionario del ensueño
de un pueblo sacrificado.
Y dejará proclamado
su pensamiento lejano,
en mi orgullo de serrano
altivo y de haber nacido,
entre el pueblo adolorido
que recuerda a Victoriano.

Fuente; Panamá Poesía


Victoriano Lorenzo (Área rural de Penonoméprovincia de CocléEstado Soberano de PanamáEstados Unidos de Colombia, 1867 - Panamádepartamento de PanamáColombia15 de mayo de 1903) fue un líder indígena y general revolucionariocolombiano. Su participación en la Guerra de los Mil Días (1899-1902) tuvo una fuerte influencia en el istmo de Panamá, luchando contra las injusticias que cometían las autoridades conservadoras en contra de los istmeños y por ello se le considera como un caudillo y héroe nacional de Panamá.1

Información Biográfica tomada de Wikipedia fotos tomadas de Internet.