viernes, 24 de noviembre de 2017

LA PALABRA, POEMA PARA CELEBRAR EL DÍA INTERNACIONAL DE LA PALABRA (23 DE NOVIEMBRE)

LA PALABRA

No hay nada más maravilloso
para expresar nuestras emociones y sentires
que la palabra.

Sin la palabra nada somos
con la palabra nos expresamos
para no quedarnos callados
ante los dolores y las maldades de la vida.

Por medio de la palabra
llevamos el mensaje
por medio de la palabra
somos escribanos
poetas, escritores
oradores, cuentacuentos
ensayistas, artistas
que transmiten su mensaje
de voz en voz
o escrito.

La palabra es lo más sagrado
que tenemos los amantes de las letras
los soñadores y poetas
los escritores y artistas
que aspiramos a un mundo mejor
y que queremos llevar el mensaje
por medio de la palabra.

Autor: Robert Allen Goodrich Valderrama
Panamá
Derechos Reservados
Noviembre 2017

(Este Poema aparece publicado en la Antología Virtual para homenajear a la Palabra editada por Marisa Aragón Willner y Parnassus Patria de Artistas, Argentina 2017)

EL MAR DE LOS SARGAZOS DE MANUEL ORESTES NIETO

El Mar de los Sargazos
Manuel Orestes Nieto
Panamá

«Sargonia es todo lo que fuimos,

todo lo que somos y todo lo que seremos.»

I.

UN MAR DENTRO DEL MAR

Créeme: hay un mar dentro del mar.

Una planicie del pastor y la hierba,

del ave y la semilla.

Un horizonte vegetal de esmeraldas y cristales,

flotando en un plato de porcelana y sol.

Una ilusión de magnolias y lirios

en aromas de albahaca y canela.

Un centelleo de robles y pinos,

como cuando el viento vuelve de sus auroras boreales.

Una copa de agua sin fondo,

donde los árboles están enraizados en la transparencia

y sus frutos son de una luz azul.

Una gaviota insumergible caminando a su nido,

eternamente esculpido en hielo verde.

Una cumbre cortada como un embalse

en un volcán.

Créeme: el Mar de los Sargazos existe.

Donde el pez y la rosa

nacen de la misma explosión de la vida;

donde el ala de la mariposa y el girasol,

al surcar el aire,

fundan el rito del silencio de la esponja;

donde la rosa de los vientos

tiene su epicentro de espuma y nube.

Un mediodía de humo y savia

en el corazón de un caracol milenario.

Un esplendor en la proa de un buque insignia.

Un lunar de especies inigualables

esparcidas en las sienes de los hombres,

de sus pirámides y sus geometrías,

de su números arábigos y sus secretos cuneiformes,

de su miedo a morir a solas

y su certidumbre de poder navegar los años

cada vez que una estrella se alínea al milenio de sus destellos.

Créeme: el Mar de los Sargazos fue el inicio del mar.

No lo olvides.

Recuérdalo para siempre.

Un estanque de lirios y tortugas.

Una fortificación de perlas trituradas.

Un mar sin violencia dentro de los mares.

Un sonido a mar en un mar de sonidos.

Una ola dentro de un bosque.

Un pez de alas blancas.

Un caballo de escamas plateadas.

Un monumento, un frenesí, un sueño, un adiós,

una bienvenida, unos ojos, un tiempo,

como el mar mismo y su vocación de permanecer allí,

en su propio fondo y sin orillas.

Fuente: Círculo de Poesía