POR: ROBERT A. GOODRICH V.*
Una de las ensayistas, académica, crítica literaria, escritora, poetisa de Panamá fue sin duda alguna Elsie Alvarado de Ricord una intelectual como pocas, una gran estudiosa, una brillante académica una Chiricana (que curiosamente otra más de Chiriquí que llena las páginas y el espacio de este homenaje a las Mujeres Panameñas) que dejó un legado de incalculabre valor para las presentes y futuras generaciones todavía es recordada por sus aportes a la literatura panameña a nivel nacional e internacional.
Nace en David, provincia de Chiriquí (Panamá), el 23 de marzo de 1928. Fue la quinta de doce hijos del matrimonio formado por Emma Moreno y Carlos Alvarado. Estudió en la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, de Santiago de Veraguas, y allí obtuvo su diploma de maestra de educación primaria en 1946. Por esos años contrajo matrimonio con el abogado y catedrático panameño Humberto Ricord, con quien tuvo una hija, la Dra. Élide Ricord de Villarreal
Obtuvo su licenciatura en Filosofía y Letras en 1951, y el profesorado de español en 1953, como miembro del capítulo de honor Sigma Lambda. En la Universidad Complutense de Madrid ganó el doctorado en Filología Románica en 1963. En los años 1966 y 1967 obtuvo los grados de especialista en Lingüística por el Primer Instituto Lingüístico Interamericano de la Universidad de Montevideo, Uruguay, y de Investigadora Lingüística por la Escuela de Investigación Lingüística de OFINES en Madrid, España, respectivamente.
El 15 de junio de 1973, al suceder en el puesto a Octavio Fábrega, se convirtió en la segunda mujer en formar parte de la Academia Panameña de la Lengua, tras María Olimpia de Obaldía. Para darle la bienvenida, pronunció el discurso de rigor el académico de número Ricardo J. Bermúdez, en acto celebrado en la Academia Panameña de la Lengua la noche del 26 de noviembre de 1975. Su discurso de ingreso tuvo como tema la poesía de su antecesor, Octavio Fábrega. Desde 1991 y hasta 2002 fungió como Directora de la Academia. Fue, así, la primera mujer en ocupar este cargo, y el de Directora Honoraria, desde 2004 hasta su muerte.
Además de ser miembro correspondiente de la Real Academia Española, lo fue también de la Academia Nacional de Letras de Uruguay y de la Academia Norteamericana de la Lengua Española. 1978 fue el año en que aparecieron dos de sus catorce libros: un cuarto poemario, titulado Es real y es de este mundo, y el quinto de crítica literaria, Rubén Darío y su obra poética, bajo el sello de la Biblioteca Nacional de Montevideo y con el prólogo del crítico y académico uruguayo Arturo Sergio Visca.
En su discurso de presentación del poemario Es real y es de este mundo, en la sede de la Academia Panameña de la Lengua, el 27 de septiembre de 1978, el crítico panameño Víctor Fernández Cañizares atribuyó a Elsie Alvarado de Ricord el título de “poetisa del amor”, con el que llegó a conocérsele y a asociársele en su país.
Elsie Alvarado de Ricord prologó algunos libros, entre ellos, Poesía Completa de Rogelio Sinán, publicado en 2000 por la Universidad Tecnológica de Panamá; Poesía Selecta de Tobías Díaz Blaitry (1995); Ricardo Miró, poesía selecta (1984), y La última palabra, de Rafael Candanedo, (2004).
Tuve la oportunidad de leer y tener en mi colección personal el libro uno de los más preciados de mi colección el libro publicado por la Academia Panameña de la Lengua Ricardo Miró, poesía selecta prologado por esta gran intelectual panameña una mujer digna de admirar cuya obra es sinónimo de estudio o debe de serlo por la calidad de la misma y el conocimiento que la misma transmite ya que estudió la obra de escritores como: Ricardo Miró, Rogelio Sinán, Demetrio Herrera Sevillano, Ricardo J. Bermúdez, Dámaso Alonso, entre otros.
Elsie Alvarado también fue una excelente poetisa algunos de estos poemas publicados por la escritora son:
La Voz Ausente, por
Elsie Alvarado de Ricord
Porque me siento sola
mi corazón camina a la intemperie.
Lejos, lejos estás, como los astros,
y la leyenda que emprendimos,
eres una constelación en mi desvelo.
Recuerdo que una tarde
más hermosa que el cielo,
en un mundo imposible
fui novia entre tus brazos.
Estás en mi, tarde cautiva,
espejo
para mirar la faz de la alegría
al que dije un instante
como una reina ufana
en un cuento fugaz en que conté mi vida:
"Espejo del encanto,
respóndeme por Dios,
¿tiene alguien en el reino
más ventura que yo?"
Mientras la calle, ciega a nuestra música,
miraba el gesto sin oír el beso,
una rosa dorada sonreía en tus brazos:
la renovada gracia
con que asomaste el alma en mi camino.
Lejos estás, amor, como los astros,
y yo espero tu luz desde el silencio,
porque tal vez me digas
con los labios colmados por una dicha cierta,
que no somos el rostro que sonríe,
ni la mano que forja,
ni el cerebro que vela,
ni siquiera la voz,
que nos refleja en cauces de armonía.
Que en las zonas ocultas del corazón, apenas
somos, tal vez, ese anhelar secreto
con que el amor nos trunca o nos redime.
Lejos estás, amor, dame la mano,
dame la voz,
y dame
lo imposible.
A los Héroes Panameños,
por Elsie Alvarado de Ricord
Mártires de mi Patria, compañeros
que enfrentasteis el pecho a la metralla,
maduros de valor, como maduran
los niños pobres, ay, desde la infancia.
En vuestras manos firmes, la bandera
era una nueva llama de esperanza,
del amor a la tierra y al idioma,
del derecho a la paz, y sobre todo
a la equidad en nuestro noble suelo.
¿Quién ha osado segar este prodigio
de corazones jóvenes, colmados
por más de medio siglo de injusticia,
vivas antenas que captar sabían
los acentos más hondos de la Patria?
¿Quién responde con pólvora a las notas
de nuestro Himno Nacional, quién pudo
infestar nuestra atmósfera de gases,
qué soberbia ancestral mueve esas manos
que destrozan así nuestra bandera?
¿Por qué regáis la muerte en nuestro suelo,
desleales inquilinos zoneítas?
No descendéis de Washington, de Lincoln;
vuestra mano no es mano libertaria;
es la mano esclavista, que asesina,
la que codicia, la que ruge armada
por tierra y mar y cielo; vuestros pasos
siembran la indignación en nuestro Istmo;
por vuestros labios hablan solamente
los Teodoros, los Truman, los MacCarthy,
y vuestros corazones no conocen
la esencial hermandad de los humanos.
Mártires panameños, inmolados
en pleno florecer, llamas enhiestas
que un vaho de impiedad ha derribado
al amparo cobarde de los tanques.
Mártires panameños, niños-hombres
que el hogar y la escuela modelaban,
frentes ya para siempre reclinadas
con el gesto rendido de la muerte.
Cómo mirar con ojos apacibles
el silencio cuajado en vuestros labios.
¿Quién mirará sin estremecimiento
el rostro de dolor de vuestras madres?
¿Tiene la patria alguna recompensa
comparable a la vida de los hijos?
¿Acaso el llanto unánime del pueblo,
la protesta del mundo, el grito airado,
llenarán esa ausencia, esa honda herida
que nunca cicatriza: un hijo muerto,
y aquel rincón del alma en que la madre
sigue acunando, aunque en secreto, al hijo?...
La sangre de los héroes no es estéril:
es río desbordado que fecunda
con dolor, las entrañas de los pueblos.
Rosa Elena Landecho - trece años-
del maternal regazo desprendida,
te ha acogido el regazo de la historia.
José del Cid, Ricardo Villamonte,
estudiantes, obreros, no habéis muerto:
crecéis en la Avenida de los Mártires
como banderas vivas de la patria.
Los héroes no yacen en la tumba:
remueven la conciencia de los pueblos.
Panamá, enero de 1964.
Publicado en: El Panamá América, domingo 19 de enero de 1964.
Destino Filial, por
Elsie Alvarado de Ricord
Creció mi corazón con tu presencia
al acunarte en maternal anhelo:
un ala de ilusión para mi cielo,
y una raíz de terrenal potencia.
Chispa de la entrañable confidencia,
con nuevo aliento para el propio vuelo.
Segura gracia contra todo duelo,
germen de sol para la inteligencia.
La vocación de luz de tu mirada
derrama el día en mis absortas manos,
rige el itinerario de mi estrella.
Un mensaje de néctares humanos
alimenta tu sangre, destinada
a redimir mi fugitiva huella.
La Dulce Evidencia, por
Elsie Alvarado de Ricord
Se ramifica el frenesí en tus dedos
predispuestos al viaje apasionado
sobre las aguas, que en silencio esperan...
O tal vez, más efímero,
en impetuoso vuelo sin escalas,
tan lejos del dolor como de la esperanza,
porque en esta confluencia venturosa
besas hacia el adiós, sin recordarlo.
Recorres, vida adentro, las tangibles
regiones del espíritu, que oscila
-turbado péndulo- entre impulso y muerte.
Vertiginosamente
el mar gime y me arrastra,
girando en la ternura que derrama
tu amor, hecho evidencia.
Del Libro: Entre Materia y Sueño
Entre sus obras publicadas están:
Obra poética
Holocausto de rosa
Entre materia y sueño
Pasajeros en tránsito
Es real y es de este mundo
Siempre el amor: poesía completa
Obra ensayística
Notas sobre la poesía de Demetrio Herrera Sevillano
Estilo y densidad en la poesía de Ricardo J. Bermúdez
Escritores panameños contemporáneos
La obra poética de Dámaso Alonso
Aproximación a la poesía de Ricardo Miró
Rubén Darío y su obra poética
Obra científica
El español de Panamá, Estudio fonético y fonológico
Usos del español actual, Notas sobre el lenguaje
“A Ascanio Arosemena y los otros mártires del 64, en el centenario de la República”
“A los héroes panameños”
“La Academia Panameña de la Lengua cumple 75 años. Pasado y presente de la lengua española.”
“Análisis de la obra literaria de Rogelio Sinán”
“Andrés Bello, el gramático y el poeta”
Algunos de los premios recibidos a lo largo de su carrera son:
Premio Ensayo del Concurso Ricardo Miró
Primer Premio del Concurso de Poesía de la Revista Lotería
Premio Universidad en la sección de Arte y Literatura
Premio Atenea de las Letras.
Falleció en la ciudad de Panamá el 18 de mayo de 2005.
Autora de los siguientes libros: Holocausto de rosa (Editorial Humanismo, México, 1953); Notas sobre la poesía de Demetrio Herrera Sevillano, (Universidad de Panamá, 1951); Estilo y densidad en la poesía de Ricardo J. Bermúdez, (INAC, Panamá, 1960); Escritores panameños contemporáneos ( Panamá, 1962 (incluido en el Diccionario de la literatura latinoamericana, Unión Panamericana, Washington)); Entre materia y sueño,( Panamá, 1966); La obra poética de Dámaso Alonso, (Editorial Gredos, Madrid, 1968); Es español de Panamá, Estudio fonético y fonológico, (Editorial Universitaria, Panamá, 1971); Aproximación a la poesía de Ricardo Miró (INCUDE, Editora de la Nación, Panamá, 1972); Pasajeros en tránsito ( Panamá, 1973); Aproximación a la poesía de Ricardo Miró, INCUDE, (Panamá, 1973); Rubén Darío y su obra poética, (Biblioteca Nacional, Montevideo, 1978); Es real y es de este mundo ( Panamá, 1978); Usos del español actual (Notas sobre el lenguaje),(Panamá, 1996); Siempre el amor (Panamá, 2002).
Una gran escritora, ensayista, académica, poetisa, mujer que pertenece a la inmensa lista de "Grandes Mujeres Panameñas" a quienes esté servidor hoy trata de rendirle honores con las publicaciones de sus vidas.
Fuente:
-Panamá Poesía
-Directorio de Escritores Vivos de Panamá
-Ecured.cu
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Robert Allen Goodrich Valderrama (Panamá 1980): Poeta, escritor, ensayista, crítico literario, Gestor cultural, Embajador de la Paz, Bloguero creador del blog Mi Mundo www.robert-mimundo.blogspot.com del grupo en Facebook Amor por las letras, Presidente Nacional en Panamá de la organización con sede en Argentina U.M.E.C.E.P., Miembro Academia Norteamericana de Literatura Moderna, Miembro Correspondiente de la Academia de Artes, Letras y Ciencias de Iguaba Grande, Brasil, Miembro de los Encuentros Literarios Internacionales Luz del Corazón ELILUC, Riet, Movimientos Poetas del Mundo, REMES, Parnassus Patria de Artistas, Unión Hispanomundial de Escritores, Sociedad Venezolana de Arte Internacional, entre otras ha participado en más de 40 antologías y eventos a nivel mundial y sus libros están a la venta en www.lulu.com www.amazon.com y otros.