POR: ROBERT A. GOODRICH V. *
No es la primera vez que publicó la vida de esta gran poeta Esther María Osses otra de esas grandes panameñas que forma parte de la lista de grandes personalidades panameñas que en el mes de la mujer y más allá estoy homenajeando con la publicación de sus biografías.
Ahora comienzo diciendo que estoy molesto cuando observe que el IPEL en Panamá le ha quitado el nombre al Concurso de Poesía que llevaba el nombre de esta gran mujer concurso en el cual he participado anteriormente y he ganado Reconocimientos por mi participaciones en los mismos en tres años consecutivos 2013, 2014 y 2015 respectivamente pero observando las bases del Concurso de este año en curso 2016 veo que han quitado el nombre de esta gran poetisa algo que me llama poderosamente la atención y por lo cual comienzo este breve ensayo sobre la vida de esta gran mujer con este llamado de atención al Gobierno Nacional de Panamá más concretamente al Ministerio de Trabajo-MITRADEL que son los que regulan lo que ocurre en el IPEL.-Instituto Panameño de Estudios Laborales.
Ahora dejando eso claro veamos que fue Esther María Osses.
Los poemas de Esther María Osses sólo tienen compromiso con su pasión personal. Llenos de un lirismo, son giros de una conversación soñada, de un diálogo con su esperanza. Por eso su poesía es Confidencia. Fieles a su angustia, a su mundo cautivo, sus versos nacen rebeldes a la clasificación, íntimos, personales, exentos de embelecos formalistas, sin la temática intelectual tan dura al sentimiento y tan frecuentemente empleada en nuestra lírica contemporánea. Hay en todos sus poemas eglógicos cuando cantan al árbol, al cholo triste, al río; introvertidos y llorosos cuando nos dan su queja del mundo y de la vida un tono cariñoso, una voz confidencial que nos conquistan. Me atrae sobre manera su naturalidad, su sencillez, su espontaneidad, asuntos que se me antojan substanciales en la poesía. Acaso si son la poesía misma. Trabaja los temas con elegancia y facilidad y así, leyéndola, armando la conversación que Esther María inicia, uno se olvida del ejercicio intelectual y se deja a la emoción.
Ramón H. Jurado
Fragmento de "Esther María Osses, La Poesía Confidencial",
publicado en La Estrella de Panamá, abril 27, 1946.
En El Rastro de Fuego hay amor, profundo amor. No el amor de los sentidos sexuales. Sí el amor del ideal, el amor del sentimiento humano y, sobre todo, del sentimiento americano, transido de emoción conmovedora. Y hay calidad poética, dignidad literaria, honestidad intelectual, entusiasmo creador, para formar un libro que habrá de merecer de la critica desapasionada, libre de prejuicios lugares o de grupos, un reconocimiento caluroso.
Mario Augusto
Fragmento del articulo Un libro de poemas: "El rastro de fuego" de Esther María Osses,
publicado en el Diario Panamá América, Panamá, enero 18, 1959.
Obras de la Autora:
Mensaje. Tipografía Nacional de Guatemala, Ciudad de Guatemala. 1946
La Niña y el Mar. Talleres de Artes y Oficios, Panamá, Ciudad de Panamá. 1954
El Rastro de Fuego. Segundo Premio de Poesía Ricardo Miró, Panamá, Panamá. (No editado; publicado parcialmente en revistas y periódicos) 1958
Poesía en Limpio. Editorial Universitaria de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela. Colección Arte y Letras, No. VII. 1965
Crece y Camina. Editorial Universitaria de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, septiembre, 1975. 1975
Para el Combate y la Esperanza. Poesía política en El Salvador. Antología poética. Selección de 19 poetas Salvadoreños. República Dominicana. Mayo, 1982 1982
Poesía en Limpio. Editorial Panamá, 1986. Imprenta Franco S.A., Panamá, República de Panamá. Selección de poemas de otros libros y algunos inéditos. Esta edición contiene poemas no publicados nunca y otros que salieron publicados en revistas, periódicos y antologías. 1986.
Cielos Viajeros, por
Esther María Osses
De tan hermosa pesca, pescadora,
¿qué más pedir? Ya vi la primavera.
Ya me dijo el enigma de la aurora
la noche en mi barquilla, prisionera.
¿Qué más pedir? ¡Morir! Morir ahora,
Nahuel Huapí, besando tu ribera.
Ser ese lampo que tus albas dora,
ser esa flor perdida en tu pradera.
Pero no. Más allá de este paisaje,
señalados me son otros senderos.
¡Al mar, al norte! ¡Proseguid el viaje!
Cielos australes, en mi red viajeros,
bogando váis conmigo hacia el oleaje
que no sabe de inmóviles luceros!
Del libro: La Niña y el Mar
La Lluvia y el Barco, por
Esther María Osses
Aquí nació la lluvia entre higuerones.
Nos trajo a los portales la alegría
en su potro de crines relucientes.
Iba por los barrancos, impetuosa,
iba por las llanuras, reposada;
iba dejando espigas en la loma,
en los rastrojos huella de alhelíes.
Trajo a la puerta un diminuto río
un río de juguete, navegable;
al son de las goteras ya crecía,
plantaba sitio en puertas y ventanas,
se enroscaba en la luz, bajo los mirtos,
¡ay, el cañaveral, cómo lo amaba!
La niña estaba allí. Rubias las trenzas.
Descalza. Con un sueño entre las manos.
Una temprana angustia por el sueño,
y suspenso, ese adiós entre los labios.
Pequeña diosa, de la nada un mundo
hizo bajo la lluvia, luminoso.
Soltó su sueño en el caudal efímero.
¿A dónde irá sin brújula en la noche?
Qué rápido, qué alegre entre las hojas,
sin boga retozaba, inverosímil;
única mariposa solitaria,
¡qué blancas alas nuevas para el viaje!
Así, jugando, un día y otro día,
este era un río, un puerto, nunca el mismo.
Siempre la misma niña entre los árboles.
Y con cada alborada repetida,
en sueños, con la lluvia, navegando,
este era un barco que jamás volvía,
un barco de papel en el que siempre
un viajero de niebla naufragaba.
Del libro: Poesía en Limpio
Sonetos a Guatemala, por
Esther María Osses
(Ante la actitud de las jóvenes patriotas guatemaltecas
durante los inverosímiles días de junio, invasión de 1954)
"Se os preguntará por los señores de Xibalba acerca de nuestra muerte, que están concertando y preparando por el hecho de que no hemos muerto ni nos han podido vencer, ni hemos perecido en sus tormentos, ni nos han atacado los animales. Tenemos el presentimiento de que usarán la hoguera para darnos muerte. Todos los de Xibalba se han reunido, pero la verdad es que no moriremos".
Popol Vuh, Capítulo XII.
Atala
Voz de la selva herida, flecha y ala,
rebelión ancestral, soplo de fuego,
incitaba, ferviente como un ruego,
a vencer o morir la voz de Atala.
Anunciaba otra vez la noche mala
un ilonel iluminado y ciego.
Iba ya desvelada, sin sosiego,
la sombra de Tecum en Guatemala.
Alom, Kaolom. El templo profanado,
el grito del hondero amordazado,
Atala sin saberlo redimía.
Atala, con su luz enarbolada,
Atala por la tierra, tierra amada,
la tropa juvenil enardecía.
Marta Lydia
Otra vez extranjero, rubio auriga,
los nativos maizales pisoteaba.
Marta Lydia era un cáliz, una espiga,
que Chahal amoroso custodiaba.
Por esa antigua pena que fustiga
la estirpe de Balam, muda y esclava,
no doblegó la ráfaga enemiga
su verde corazón de cielo y lava.
Infalible, segura, el pulso fuerte,
una sola consigna de odio y muerte,
ella, tan frágil, ¡ay! tan sensitiva.
Ella, la flor, celeste guerrillera,
abatirá, conquistador, certera,
tu sien, la del Tonathiu, rediviva.
Gabriela
Era en ella el amor. La edad del trino.
La clara diosa, Atit, besó su frente.
Ella, vaso sagrado, limpia fuente.
Casa de oro, Gabriela, miel y vino.
Pero la noche que Iztayul previno
cayó de pronto a medio sol naciente.
Oscuro pacto de águila y serpiente
vendió la flor, la casa y el camino.
¡Adiós amor, querida primavera!
Atormentado sueño de obsidiana
tiñó de sangre la canción primera.
Ella, de pie, sonriendo todavía,
del héroe herido silenciosa hermana,
cortando nieblas esperaba el día.
Del libro: Poesía en Limpio
Niños Descalzos, por
Esther María Osses
¡Cuántos niños descalzos!
Dime por qué.
Nunca tienen traje nuevo,
dime por qué.
Nunca tienen un juguete,
dime por qué.
Ni siquiera han visto el lago,
¿Por qué? ¿Por qué?
Son niños de mentira,
dime, ¿lo son?
¿O son niños de veras
como yo soy?
Sus casas son de hojalata,
o de cartón;
la lluvia las deshace,
las quema el sol.
Les diré que se muden
_No lloren más.
Mi casa de muñecas
es buen hogar.
Del Libro: Semillitas
Lectura para niños No.11
Edición: Red de Materiales Artesanales
Caballito de madera,
por Esther María Osses
Corre, corre, caballito,
¡arre, arre!
Caballito corta el viento,
¡aire, aire!
Vamos, vamos al galope,
¡dale, dale!
Lento o rápido que vaya,
para ti jamás es tarde.
¡Arre, arre!
Bien me gusta cómo corres
sin ir a ninguna parte.
¡Arre!
Del libro: Crece y Camina
Esther María Osses nació en la provincia de Chiriquí en 1916. Realizó sus estudios secundarios en la Escuela Normal de Institutoras de Panamá. Obtuvo el titulo de Profesora de Español en la Universidad de Panamá y realizó estudios de Literatura en Buenos Aires, Argentina, y en Guatemala. Fue Maestra de enseñanza primaria y profesora de la Universidad de Zulia, Venezuela.
Como periodista, colaboró en "La Nación", en "El Hogar", en "Critica", en "Clarín" y en otras revistas argentinas especialmente con poesía. Realizo giras por varios países latinoamericanos, en la Casa de la Cultura de Quito, en el Departamento de Extensión Cultural de Bogotá, en Uruguay, en Chile y en Perú ofreció conferencias por radio y recitales poéticos.
La Universidad de Zulia publico dos poemarios suyos. uno de ellos es "Crece y Camina", dedicado a los niños, está ilustrado por niños preescolares y de primaria del Colegio Cantaclaro, de Maracaibo. Basado en él se grabó un disco de canciones infantiles, "Canción del Barco Velero", cuya composición musical estuvo a cargo del músico Enrique Hidalgo.
Sus poemas, al decir de Miguel Amado, prologuista de Mensaje, "son los reflejos de un espíritu a veces aristocrático y a veces popular; regional y panameño; pragmático y lírico; místico y libertino; apasionado y glacial; profundo y liviano. Como en el agua clara de sus ríos, en esta sensibilidad politeísta reverbera la infinita variedad del mundo". Y agrega: "Sin recurrir a las frases más o menos sonoras; sin buscar jamás un efecto fácil o barato; sin tener siquiera que rechazar figuras más o menos artificiosas, ella representa, translúcido y tremendo, el enigma del mundo, valiéndose de expresiones y de insinuaciones que son una absoluta novedad en la poesía panameña".
Esther María Osses dejo obras inéditas como "El Rastro de Fuego", obra con la que obtiene el segundo lugar del Concurso Literario Ricardo Miró, en 1958; en esta obra presenta una poesía con el tema de cada uno de los países americanos incluyendo USA.. También nos dejó monografía como "investigación y Cibernética", trabajo de año sabático bien calificado por el jurado. Un ensayo "La novela del imperialismo en Centroamérica" y obras dispersas entre reseñas y artículos en diversos periódicos y revistas de América.
Al margen de su obra de creación, realizó una plausible tarea de animadora de jóvenes talentos fomentando la creación de grupos literarios, como el grupo Gaspar Octavio Hernández, y la publicación de revistas. Fue, asimismo, una esforzada divulgadora de nuestros valores literarios en el exterior.
Otra gran escritora y poetisa Chiricana que se destacó en el ámbito de las letras y otra gran poeta al igual que Hersilia Ramos de Argote que le escribió al público más pequeño del hogar a los niños y niñas, a los jóvenes que son el futuro del mundo.
Esther María Osses se une a la lista de escritoras que he querido recordar con estas breves reseñas biográficas tanto vivas como ya fallecidas.
Fuente: Panamá Poesía.
*
Robert Allen Goodrich Valderrama (Panamá 1980): Poeta, escritor, Bloguero, ensayista ganador de diversos reconocimientos creador del blog Mi mundo www.robert-mimundo.blogspot.com del grupo Amor por las Letras en Facebook, Presidente Nacional U.M.E.C.E.P. Panamá ha participado en más de 40 antologías y contando además de tener sus libros publicados en importantes medios como Amazon, Lulu, entre otros. Ha tenido el honor de participar en proyectos dirigidos a grandes escritores, artistas y poetas como: Federico García Lorca, Rubén Darío, Pablo Neruda, César Vallejo, Julio Cortázar, Miguel Hernández, José Martí, Gabriel García Márquez, entre otros. Miembro de RIET, REMES, Movimiento Poetas del Mundo, Embajador Universal de la Paz en Panamá por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz, Miembro de los Encuentros Literarios Internacionales "Luz del Corazón" ELILUC (Miami Florida), entre otros.