sábado, 12 de noviembre de 2016

ROQUE JAVIER LAURENZA POETA Y ESCRITOR PANAMEÑO


Declaraciones, por
Roque Javier Laurenza

I

¡Oh efímera artificio de los ritos,
débil columna para tanto cielo!

II

Arder, arder como la llama pura
sin temor de la sombra y la ceniza.

III

Ni reposados causes de palomas,
ni angélicas visiones inefables,
ni mármoles invictos me conmueven.

IV

Yo quiero la pasión, quiero la vida,
las amargas raíces de la sangre
y la roca de Sísifo del sueño.

V

Nadie vive sin mancha. No conoce
la verdad de los frutos quien no sabe
del barro elemental que los sustenta.

VI

Todo queda lejano si no tiene
una voz milagrosa que lo nombre
con los roncos acentos del deseo.

VII

Lejos de mí la lumbrera de la estrella,
los intactos cabellos de Herodías,
las cimas del suspiro y las promesas
que no alcanzan las manos redentoras.

VIII

Dame el instante, vida. No prometas
azules espejismos a quien siente
rodar las estaciones presurosas
sobre escombros de frutas y pasiones.

IX

Lagunas de silencio, densas nubes
de amarillo desdén forman la gloria.
Adornarán la frente de la estatua
las lianas de los años, y el cenizo
polvo de tantos sueños y palabras
cubrirá la derrota de los mármoles.

X

No ganarán la palma del recuerdo
los apacibles ángeles que forman
el coro sin pecados. La corona
será para los huérfanos del júbilo,
para los foscos siervos de la ira,
para los tristes huéspedes del llanto.

XI

La sangre es la verdad, y las orillas
de sus terrestres límites de fuego
son la Tule postrera de mis manos.
Última Tule de los sueños. Tierra,
fatal nodriza de punzantes mimos,
hacia tu piel de larvas y luceros
vuelven mis manos su pación de tacto.
¡Tú eres la paz y el reino de los hombres,
tú la victoria, y el laurel, y el cielo,
y la secreta envidia de los dioses¡

Tierra Firme, Nº 3.

Elegía, por
Roque Javier Laurenza

Hija de Alcestes. resignada y dócil
al sacrificio de tu diaria muerte,
pozo en que vuelcan sueños y deseos
las dominantes venas de los hombres,
¿qué flecha de crueldades renovadas
¿hirió tu corazón de corza leve?
¿Qué Dios de voluntad inapelable,
sordo a tu queja y a tu rostro ciego,
te castigó, terrible, con la dura
cadena del amor que no se nombra?

En tus insomnes ojos se reflejan
horas sin nombre, rostros sin futuro,
amargos simulacros donde el alma
muere del mismo bien que la sustenta.
Y tu cuerpo, que pródigo se ofrece
al anónimo tacto de las sombras,
como estatua de arena deleznable
al tocarlo y gozarlo se consume.

¡Oh la perenne sed y la tortura
de tus ardientes labios dolorosos
al borde de la fuente donde nace,
sin brotar nunca, el agua codiciada!
Ninguna boca buscará la tuya
lejos del rito inmemorial del lecho,
espejo de tinieblas luminosas
donde rostro ninguno se contempla.

Tú no tendrás quien baje a los infiernos
a rescatar del fuego tu memoria,
ni lograrás, Eurídice salvada,
perdones de los dioses por la lira.
No llorarán los ojos de los castos
la repetida muerte de tus sueños,
ni una corona de palabras puras
te ofrecerán los otros, lujuriosos.

¡Oh milenaria víctima de Admeto,
cordero de callados sacrificios,
perpetua pasajera, te conozco!
En el silencio elemental del goce,
yo supe tu verdad irrevocable.

Llora por ti, ruega por ti. Las mieles,
los recónditos frutos de tu seno,
el jugo de la sangre detenido
sin llegar a los surcos de tu vientre
__ricos mendigos de sus propios dones,
de tus tesoros imposibles, ávidos__,
se agotarán, inútiles, intactos.

¡Adiós¡ Tu sombra fugitiva queda
un instante no más en la memoria
como el ala del pájaro en el lago,
como canción que volverá mañana
sin que podamos recordar en dónde
su conocida música aprendimos.

"Sur", Buenos Aires, N° 160
Publicado en febrero de 1948


Roque Javier Laurenza
(1910-1984)

Nació en la ciudad de Chitré, el 3 de diciembre de 1910. Aficionado a las letras desde adolescente, ávido de novedades, logró tal suma de información que en 1932 el Dr. Méndez Pereira pudo decir de él: "tal vez el más enterado aquí de literatura de vanguardia". Investigador y estudioso de las más trascendentes expresiones culturales, fue también un creador del quehacer literario tan exigente consigo mismo que redujo rigurosamente la cantidad de sus obras publicadas. Murió en 1984.

Laboro inicialmente en el periodismo, pero se convirtió en el centro de un movimiento innovador en el campo de la literatura cuando leyó en el Aula Máxima del Instituto Nacional, el 17 de enero de 1933, una conferencia titulada "Los Poetas de la Generación Republicana". Publicado en un pequeño tomo de poco más de cien páginas como parte de las Ediciones del Grupo Pasaje, la conferencia estimuló las inquietudes intelectuales de la juventud de la época e influyo apreciablemente en la apertura de nuevas corrientes artísticas especialmente en la poesía. Ejerció varios cargos diplomáticos. Vivió casi una década en Rio de Janeiro, varios años en España y finalmente permaneció casi tres lustros al frente de la representación panameña de la UNESCO, en Francia.

Poseedor de una vasta y profunda cultura, en su casi totalidad fruto de sus propios afanes de superación, Laurenza adquirió dominio de varios idiomas, especialmente inglés, portugués y francés. Ello le permitió traducir, con singular acierto, algunas importantes obras poéticas, y a la vez enriqueció sus naturales capacidades críticas.

Parco en su producción, hombre que llego a sentir "el pudor de la palabra", es dueño de una obra breve, pulida y brillante. Su alerta disposición para consigo mismo, el afán de superación que lo caracterizó han dado a su poesía y su prosa una indudable calidad. Y todo por virtud de su inteligencia y de su empeño, porque fue autodidacto.

La obra de Laurenza se encuentra dispersa en periódicos y revistas nacionales y extranjeras. Entre los escritos más importantes podemos mencionar:

El Panameño y la Nación. Revista Lotería. No. 348-349 (mar-abr. 1985).
Muerte y transfiguración de Emiliano García. Revista Lotería . No. 348-349 (mar-abr. 1985).
Andre Malraux: Un contemporáneo capital. Revista lotería. No.257 (jul. 1977).
El Caudillo de Levita (Por la muerte del Dr. Porras). Revista lotería. No. 56 (ene. 1946).
Rubén Darío (Biografía mínima del poeta Rubén Darío). Revista lotería. No. 124 (marzo. 1966).

FUENTE: PANAMÁ POESÍA