POR: ROBERT A. GOODRICH V. *
Siguiendo con la ronda de Grandes Mujeres Panameñas antes de que termine el Mes de Marzo en que comencé estos pequeños homenajes por medio de semblanzas biográficas hoy les traigo la vida de Bertalicia Peralta.
Nació en Panamá en 1939. Realizó estudios de Pedagogía, Periodismo y Relaciones Públicas en la Universidad de Panamá; de Educación Musical en el Instituto Nacional de Música.
Ejerció la docencia a nivel secundario por dos años. Ha ejercido el periodismo cultural: la divulgación e información en entidades del Estado; ha ejercido crítica literaria, musical y teatral. Ha escrito también guiones para Televisión y libretos especiales para Radio. Fundadora y Co-directora de "El Pez Original" (1968-1970), Revista de la Nueva Literatura Panameña. Dirigió la página literaria "Letras de Critica", en el periodismo nacional.
Recibió mención honorífica, en el Concurso Literario Ricardo Miró, en 1962 con su obra Sendas Fugitivas. Con su obra Casa Partida obtiene el premio Universidad, cuento, otorgado por la Universidad de Panamá en 1971; ese mismo año obtiene el Tercer Premio del Concurso Internacional de Poesía José Martí, en Perú , con su obra Un Lugar en la Esfera Celeste. En 1973, su libro Libro de las Fábulas es mencionado en el certamen de poesía latinoamericana de Casa de las Américas, en Cuba. Su obra Himno a la Alegría fue mención del Premio Universidad, poesía, Universidad de Panamá en 1973; ese mismo año, obtiene el Premio Universidad, cuento, otorgado por la Universidad de Panamá, con su obra Barcarola y Otras Fantasías Incorregibles. Ha sido ganadora del premio "Itinerario" de Cuento del Instituto Nacional de Cultura (INAC), de Panamá, en 1974 con su obra "Muerto en Enero" cuento publicado en la revista "CASA" de las Américas, Cuba, en la cual ha sido publicada reiteradas veces. Posteriormente sus obras Encore y Guayacán de marzo obtienen el Premio Itinerario-INAC y Mención, respectivamente en 1980.
Poemas y cuentos suyos han aparecido en gran parte de las revistas, antologías y suplementos literarios de América y Europa, en traducciones al inglés, francés, italiano y portugués.
9 de enero: Un Minuto de Silencio, por
Bertalicia Peralta
9 de enero de 1964
Nueve de enero, número inicial
principio germinal de independencia.
Lúgubre silencio letal de palomas
soltadas en el centro de la vida
donde nacieron los soldados de la Patria
donde murieron: quemados sus ojos
acongojados por dentro
ultrajados en su casta y en su sangre
violados en su lengua y sus hijos
acogotados, sumidos en la ira y la barbarie
los militantes de la Patria nueva
de la Patria sangrante
de la gimiente Patria
de la despedazada, dulce, buena Patria
con su pecho abierto por la metralla
la soberbia, la odiosa conquista del imperio
de Estados Unidos por el crimen.
Yo no he llorado por los muertos
por las rosas que acumularon sus ojos
abiertos y estrellados
no he llorado aún por las manitas
de las niñas morenas
que colgaban gaviotas en la tarde
por los patines y tambores abandonados
donde comienza la frontera
donde colocaron letreros en idiomas extranjeros
con cintas y galones y estrellas y águilas
y luces de bengala
y escuelas de adolescentes engreídos y altaneros
a quienes cerraron el alma
a quienes quitaron las tablas de los diez mandamientos
quienes no tienen arcilla para hacer
estatuas de borricos, pájaros o pequeños ángeles sin alas.
Compañeros: una campana para su memoria:
Hay semen de mártires regado en las plazas
lágrimas de madres, viudas, huérfanos
acumuladas a la orilla de los templos.
Hay multitud de huesos clavados en tierra
y cadáveres redondos y fríos vestidos de banderas
a lo largo de calles y campos.
Hay oraciones tendidas hasta el cielo
con una urgente condición de reto, árboles caídos
frutas doloridas y un rencor de decenios descendido
en torrentadas ardientes por los ríos:
un rencor absoluto y solidario un odio colectivo
que vamos a llevar hacia el lugar que tiene
nuestro dolor de sexo ultrajado
de corazón apedreado
de lengua amordazada
de nidos agredidos
de pezones silvestres y dulces
como cuajados labios de azucenas.
Compañeros: una voz que se detenga en esta fecha
en este nueve de enero amanecido
en este momento extraño de la muerte
en este instante supremo de la vida.
Estandartes y coronas para guardar el alma de la Patria
que no puede contenerse en veinte fosas
que no es capaz de convertirse en viento
para viajar en rutas penetradas de cruces:
quiero gritar a todos que no es posible amar a los soldados yankees
que no es posible comprender palabras
envueltas en duras balas
ni es posible conocer a ningún John
ni hablar tranquilamente a Mary
Compañeros: un grueso manto repleto de flores
y verdes celajes para cerrar sus ojos para siempre.
Oíd: todos los otros: testigos de esa noche de exterminio
los que nos penetramos con ellos
hacia las puertas de la muerte
los que paseamos banderas encima de carros
cargados de cadáveres
los que corrimos con las venas rebosantes de rabia
dolor y angustia
nosotros, compañeros, que sentimos en la carne
el golpe seco de las balas
el último gemido de los mártires
vamos a gastarnos la existencia para sembrar
de mástiles la tierra.
Hablo de mástiles que tienen nombres
hablo de niños con sus cantos
y sus juegos partidos en mitad de la noche
por los acantonados habitantes del Canal Zone.
Hablo de edificios apagados y convertidos
en objetos de rifa de la grotesca soldadera yankee.
Hablo de labios que no llegaron a conocer
otro calor que el de la pólvora.
De crucifijos que se estremecieron en medio de la noche
y se tiraron del miedo hacia las calles
dejando las velas encendidas.
Hablo de los mártires del nueve de enero.
Hablo del nueve de enero.
Hablo del lúgubre silencio letal de palomas
asesinadas en el centro de la vida;
Hablo de brazos destrozados, de vísceras arrebatadas
de gendarmes apostados para matar niñitos.
Hablo de este dolor augusto.
Compañeros: un minuto de silencio.
1964
La Casa del Silencio, por
Bertalicia Peralta
La casa del silencio
rómpese a menudo
y se escucha en el cielo
el tránsito del aire
sobre mi testa terca
prodúcese su impacto:
reconozco en mí misma
la imagen fiel del canto
capullo liso vuelve
a conocer mi mano
y en la ruta del labio
sangra lenta la herida
Del Libro Piel de Gallina
Cuando Seas Mayor, Padre, por
Bertalicia Peralta
Cuando sea mayor padre
y entiendas
que las cosas son así de sencillas:
uno nace lleno de alegría
y vive
hasta los siete años con ella
luego
le presentan la familia
cuatro tíos once primos
el lugar donde vivió el abuelo
le enseñan qué es un hogar
le tienen la comida caliente
le dan hasta una cama y sábanas
navidades con juguetes
niño-dios
y uno conoce el nombre que eso tiene:
dicha
entonces se cumplen los quince años
y uno sigue creciendo
la madre es buena
la casa es buena
el silencio que va cubriendo los actos
cotidianos es bueno
uno lo cree así
se está seguro de algo
hasta se es capaz de reír a carcajadas
pero padre cuando sea mayor
comprenderás cuando llega la época de la desnudez
cuando no se tiene con qué cubrirse
y uno se da cuenta que las lecciones
de la escuela no le han servido de mucho
y que uno es más triste que un caracol abandonado
por el mar
que uno es más solitario que el árbol
primero se quedó sin hojas
que se ha estado tanto tiempo como un tonto
preguntando por un sitio increíble
que no existe que no ha sido creado
se está definitivamente
como un pichón de golondrina
queriendo entrar al huevo nuevamente.
A Una Mujer, por
Bertalicia Peralta
Eres más fuerte que una máquina
hasta ahora has hecho el trabajo
tuyo y el de otros
eres más inteligente que el tiempo
has ganado más batallas que los
que las han provocado
eres más suave que el rocío
más ligera que el viento
y todavía preguntas ¿qué hacer?
pon tu corazón donde lo cubra la ternura
anida tus manos junto al fuego sin temor
no desanimes no cedas no des un paso atrás
no tires por la borda lo ganado
el futuro sólo guarda para tí
despejada la senda nueva vida
Del Libro de las Fábulas
Fuente: Panamá Poesía
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Robert Allen Goodrich Valderrama (Panamá 1980): Poeta, escritor, ensayista creador del Blog mi mundo www.robert-mimundo.blogspot.com del grupo Amor por las Letras en Facebook, ha participado en más de 40 antologías a nivel mundial es el Presidente de UMECEP en Panamá, Embajador Universal de la Paz, sus libros están publicados en LULU www.lulu.com en Amazon www.amazon.com y otros lugares.